A summer love // Conrad Fisher

La casa de verano 1

Pov'Becky

Vi el gran letrero de Cousin con una sonrisa. De nuevo estábamos aquí, todos y cada uno de nosotros tenemos una historia conjunta entre esas cuatro paredes.

-Los Conklin ya han llegado mamá- anuncié desviando mi mirada de la ventana- como siempre somos las últimas.

-Lo bueno se hace de rogar cariño- escuché una risa de su parte y negué divertida.

-¿seguro no te puedes quedarte mamá?

Mi madre me había comentado la noche anterior que me quedaría yo sola con las dos familias ya que ella debía de encargarse de algo.

-ya te lo he dicho Becky, no he podido cambiarlo- suspiró y noté que algo andaba mal pero no pregunté. - ya hemos llegado.

Suspiré mientras mi madre aparcaba en el gran patio de los Fisher.

Este verano iba a ser diferente eso lo tenía asimilado, sin mi madre estaba desprotegida.

Bajé del coche y unos brazos me rodearon por la cintura.

-¡Becky!- mi mejor amiga se encontraba asfixiandome por  la espalda.

-¡Belly!- correspondi al abrazo mientras reia- no sabes lo que te he extrañado.

-tengo demasiado que contarte- me comentó ilusionada.

-ya os pondréis al día pero dejame saludar a mi segunda hija- Laurel se abrió paso entre su hija y agarró mis manos- Rebeca cariño, estas preciosa.

-Te extrañé Lau- abracé a la mujer que había sido como una madre para mi.

-¡Hermanita!- una voz nos hizo separarnos.

-¡Stevy!- fui corriendo hasta él y me agarró de la cintura dando una pequeña vuelta.

-estas enorme.- sonrió acariciando mi mejilla

-Tú pareces más fuerte- sonreí ya con los pies en el suelo.

-He estado entrenando- hizo un gesto de musculoso y reí. - estas guapísima.

Me sonroje ante sus palabras y al desviar mi mirada lo vi, mi compañero de travesuras.

-¡No me jodas!- grité entusiasmada.

-¡Mimi!- El pequeño de los Fisher corrió hacia mi y me elevó del suelo mientras canturreaba- estas aquí.

-estas enorme, los petisuit te han sentado de maravilla, ahora a tu lado me siento bajita.

-siempre lo has sido- rió para volver a abrazarme.- me alegro de que estés aquí, no sabes la tortura que ha sido no verte todos los dias.

-sin exagerar Jere.

-mirate- agarró mi mano e hizo que diese una vuelta sobre mi misma.

-¿Beck?- solté la mano del rubio para girarme hacia la voz.

-¿Conrad?- mi sonrisa se agrandó y mis ojos se iluminaron.-¡Connie!- aceleró sus pasos hacia mi con una sonrisa y me pegó a su cuerpo.

-mirate, si ya no eres tan niña- revolucionó mi pelo y reí.

-estas precioso Connie, el pelo te hace ver más atractivo- le guiñé un ojo y él negó mordiendose el labio.

Voy a seros muy sincera, el verano pasado Conrad y yo nos liamos en varias ocasiones pero no llegó a nada más, nos divertimos juntos pero todo acabó cuando quiso entablar una relación seria con otra.

No le guardo rencor, hizo que ese verano fuese uno de los mejores.

Actualmente solo somos amigos, muy amigos, es más,  hermanos con una súper confianza.