Capítulo 5

87 31 8
                                    

La habitación es grande y acogedora, una cama gigantesca en medio y un pequeño refrigerador seguido de un par de muebles y puertas que llevaban al baño y a un closet. Ese lugar podría ser fácilmente más grande que su antigua casa, pero no es algo en lo que Felix se detenga a pensar mucho cuando tiene a Hyunjin abrazado a él y a Changbin a sus espaldas. Escucha la puerta cerrarse y un par de suaves pitidos siguen. Claro, la habitación es una celda decorada.

—Te quedarás aquí por un tiempo.— Habla Changbin mientras se adentra a la habitación y abre las ventanas, que para la sorpresa de Felix no son más que pantallas que simulan el exterior. —No intentes huir, solo hay una puerta, las ventanas en realidad son...

—Lo se.— Interrumpe bajando a Hyunjin y dejándolo sobre la cama. —No soy tan ingenuo como para creer que me dejarían escapar tan fácil.

Hyunjin no espera ni un segundo para saltar sobre la cama y Felix se arrepiente un poco de no enseñarla a estar quieto, incluso en una situación como esa el niño puede mostrarse despreocupado ignorante de la situación. Felix lo malcrió demasiado y ahora debe de protegerlo como nunca antes.

Escucha la suave risa de Changbin y gira de inmediato para encontrarse con su preciosa sonrisa. Y ahí olvida todo. Nunca había visto a Changbin sonreír con ternura, las sonrisas se limitaban a ser burlonas o coquetas para jugar con la mente de Felix, pero esta vez no parece haber segundas intenciones, Changbin realmente sonríe con honestidad a causa de Hyunjin. A causa de su niño. Detesta a Changbin. Extiende sus brazos y carga a Hyunjin para dejarlo nuevamente sentado.

—Al parecer es un niño.— Habla Changbin de repente y la piel se le eriza a Felix.

—Que observador.

—Más de lo que crees, él realmente parece un niño y no un adulto enano.— Changbin se acerca con una pequeña sonrisa y abre el minirefigerador sacando de él una lata que le ofrece al niño. Hyunjin la toma con los ojos brillantes y Felix se la arrebata de las manos. —No es veneno.— Aclara Changbin. —¿Qué gano yo con matar al niño?

—No lo se, y no me importa.

—Pero tengo sed— Hyunjin hace un pequeño puchero cruzándose de brazos. —Felix, por favor.

—No.

—¿sabes que es más probable que termines matando al niño de sed a que sea envenenado por esto?— Changbin suspira segundos después para abrir la lata y darle un largo sorbo. —¿ves? No hay nada que temer. Toma niño.

Por un segundo Felix tiene que sacudir la cabeza para comprender que Changbin no le habla a él, le habla a Hyunjin. Permite que su hijo se levante sobre la cama y extienda sus manos hacia Changbin, es un sentimiento extraño verlo de tal manera, sin embargo deja que pase mientras contiene la respiración. Antes de que el niño pueda tomar un trago Felix toma la dichosa lata y bebe de ella.

—¡Ah! Bien, espero mi turno— Hyunjin hace puchero y se vuelve a sentar.

El sabor dulce del refresco no tiene nada extraño, de hecho, es algo que Felix conoce ya que son parte de los suministros que pueden conseguir para el refugio. Suspira una vez comprueba que no hay nada malo con la bebida y se la da a Hyunjin para que este por fin pueda tomar. Escucha la risa de Changbin y detesta tanto lo risueño que se ha vuelto, Changbin no tenía porque reírse.

—No tienes que ser tan paranoico, no vamos a lastimarlos.— La suave voz de Changbin puede colarse entre los poros de Felix, penetra tan fuerte en él que se encuentra entrecerrando los ojos. ¿Cuánto tiempo estuvo extrañándolo? Lo detesta tanto.

—Señor— Hyunjin se acerca un poco. —¿Dónde están los demás? ¿Ellos también pueden venir?

—Guarda silencio, Hyunjin.— Felix cubre la boca del niño con una mano y lo abraza para que no pueda liberarse, Changbin alza las cejas y se burla. —Ya habíamos hablado de esto.— murmura.

INMUNDO | ChanglixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora