Kim Taehyung acaba de abrir su florería enfrente del famoso gimnasio Left and Right, en donde entrena el actual campeón del peso mediano, Jeon Jungkook.
Sus vidas son completamente opuestas, y no tendrían que haberse relacionado; pero el destino tie...
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Un puñetazo aterriza en su rostro. La sangre brota de sus labios y de inmediato la piel se pone roja. Sacude la cabeza, escupiendo la sangre a un lado.
Aprieta los dientes y vuelve a poner sus brazos en posición. Planta sus pies a la distancia de sus hombros, dejando el peso en las puntas; gira levemente su parte superior y lanza el golpe.
Su oponente lo esquiva. Mierda.
—¿Qué te pasa, Jungkook? Parece que nombrarte un campeón sólo redujo tus supuestas habilidades —se burla Hyunjin—. Dime si puedes, o de lo contrario buscaré a alguien que sí pueda boxear.
—Cierra la maldita boca —responde con dificultad.
El rubio sonríe. Le encanta molestar a sus oponentes y que sea Jungkook, lo hace más satisfactorio.
Siempre es lo mismo cuando se trata del omega estrella, todos los demás son ignorados porque la satisfacción de él, es lo que les importa a los entrenadores. Todo lo mejor para el campeón, el mejor horario, las mejores máquinas, las mejores rutinas, los mejores entrenadores, las mejores peleas; es un omega, pero aun así consigue mejores combates que los alfas profesionales en el boxeo que entrenan en el lugar.
Que el chico tenga su personalidad arrogante con los demás, solo causa mayor envidia con algunos de los alfas, Hyunjin como el más destacado.
Y en este momento, se está desquitando las golpizas con las que el omega lo ha humillado. Es turno de Hwan, de ver a Jungkook en el suelo.
—¡Jungkook!
Escucha que le grita Mingyu.
—Jungkook, sal de ese maldito ring. ¡Ahora!
No le hace caso, no dejará que el cabello decolorado de Hwang-imbécil-Hyunjin, le gane en una pelea. Es consciente de lo que su mera existencia provoca en el alfa, sin embargo, lo deja ser, porque no puede hacer nada si la autoestima de sus rivales es tan bajo como para ser tan malos perdedores.
Aparte de sus entrenadores, nadie de los que asisten al gimnasio ha podido ganarle en una pelea. A excepción de Mingyu, quien es considerado uno de los alfas más fuertes de Left and Right, y quien tiene justificación válida para ganarle.
A Jungkook no le importa lo cansado, golpeado o derrotado que se sienta, él nunca ha abandonado una pelea, y esta vez, no será diferente.
El alfa se posiciona, dispuesto, a realizar el movimiento favorito de Jungkook: El Gancho. Un golpe realizado desde abajo hacia arriba, buscando el mentón del adversario. Solo que esta vez, no sería el campeón Jeon Jungkook, quién ganaría por él; esta vez, sería derrotado gracias a él.
Hyunjin se divierte con el sufrimiento y frustración del omega. Empieza con una ronda de golpes rápidos, utilizando su pie delantero para ganar fuerzas. Buscando distraer a su oponente.
Quiere aturdirlo para hacer más satisfactorio el dejarlo en el suelo.
Cada golpe que lanza el omega, es esquivado. Jungkook no está cansado físicamente, es su lobo el que está completamente distraído. Está inquieto, y se muestra reacio a pelear, haciendo un berrinche porque su parte humana escogió una pelea, en vez de ir en busca del alfa que quiere.
