"Cuando dejes de ser inútil, diré que eres mi hermana menor."
Las palabras de su hermano mayor marcaron algo en ella, ahora teniendo un meta para poder ser reconocida por sus dos hermanos mayores se adentra en el mundo de fútbol para ser la mejo...
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''No te necesito en mi vida otra vez."
―Dime, Itoshi Akari. ¿Cómo te sientes al ser las dos alas de Blue Lock? ― Preguntó el entrevistador
―¿Alas de Blue Lock?, realmente nunca pensé sobre eso, es la primera vez que me llaman así. ― Respondió tranquilamente.
―¡Vaya!, que modesta. ¿Qué fue lo que te impulso a llegar tan lejos?, aún sabiendo que Blue Lock era un proyecto solo para hombres, aceptaste todos los riesgos para cumplir tus sueños, realmente eres una luchadora.
Akari sonríe falsamente, soltó una suave risa fingiendo estar avergonzada, forzando a sonrojarse.
―Me halagan tus palabras, lo que me hizo llegar aquí donde estoy fueron mis ganas de impulsar el fútbol femenil japonés, la filosofía de Jinpachi Ego llamó mi atención y lo tomé cómo una oportunidad, me llegó la carta ya que desde antes había ocultado mi verdadera identidad. ― Ella cerró sus ojos mientras sonreía.
Sus fans observaban encantados aquella entrevista, al igual que algunos de sus amigos. La pelirroja respondía las preguntas de forma dulce y carismática.
―¿Algún interés amoroso..?, No, no tengo ninguno. ― Respondió tranquilamente.
―¿Y qué puedes decirme de tus hermanos?, más específicamente de Itoshi Sae, el prodigio japonés el cuál fue vencido por ti en un 1v1.
―Prefiero ahorrarme comentarios sobre Sae pero mi hermano mayor, Rin. Me hubiera gustado que lo entrevistaran a él, realmente su fútbol fue algo que me inspiró bastante a jugar, sí por alguien estoy aquí, es por él. ― Soltó un suave suspiro lleno de nostalgia.
Cuando la entrevista culminó, el hombre agradeció su amabilidad, ella se retiró.
Metió la mano en los bolsillos de su chaqueta mientras escondía parte de su rostro. Sus ojos se entrecerraron mientras intentaba regular su respiración.
―¡Qué difícil es ser la original! ― Cheshire gritó mientras se estiraba.
Al tener el dominio completo, trono los huesos de sus dedos, soltó una pequeña risa mientras observaba su dedo índice.
―Akari, ya vamos a iniciar. ― Avisó Hiori.
Ella elevó sus cejos mientras una gran sonrisa aparecía en sus labios, desbordó la gran emoción y no tardó en dar pequeños saltitos
―¡Hiori-chaaan! ― canturreo mientras se acercaba a él.
La pelirroja lo tomó de la mano con bastante fuerza mientras la sonrisa de su rostro no podía ser aun más grande, las mejillas de su rostro estaban coloradas mientras sus ojos mostraban un destello intenso.
