Capítulo 2

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- Y dime, Takemichi – habló una chica de cabello color rosa pastel y ojos color verde aguamarina, la cual usaba un escote que dejaba lucir su bien dotado busto

- Sí? Qué pasa, Senju? – preguntó el chico que limpiaba minuciosamente un juguete de goma con un pañuelo desinfectante

- En serio Mikey se merece que recuerdes el aniversario? – la pregunta hizo que el chico de cabello negro y ojos azules se detuviera en seco – Ya sabes, después de todo, ha sido un patán contigo el último tiempo

- Senju, Mikey no es ningún patán – afirmó – Sólo está algo distante porque se viene un torneo nacional y se está esforzando mucho – respondió seguro de sí mismo, haciendo que su mejor amiga se encogiera de hombros

- Hanagaki, ya terminé aquí! – exclamó Hanma saliendo de la salita de al lado

- Muchas gracias, Hanma

- Nos vemos! – se despidió gentilmente su colega de trabajo; Takemichi se quedó solo en la guardería con su mejor amiga, la que llevaba bastante tiempo diciéndole que debería dejar a su novio, pese a que este también era amigo de ella, de hecho, si se conocían era gracias a él

- Mira, Take, yo te quiero y también quiero mucho a Mikey, pero tú eres demasiado bueno y permisivo con él. Cuánto llevan juntos?

- Hoy cumplimos 6 años

- Desde cuándo vives con él?

- Hace 4 años

- Cuántos días a la semana se ven pese a vivir juntos?

- ...3 días a la semana, viernes, sábados y domingos

- Nunca te preguntas dónde está el resto de días? Dónde duerme?

- Duerme en el dojo – dijo con firmeza, casi enojado, dando por zanjado el tema; Senju suspiró

- Bien, no diré nada más, pero yo conozco a Manjiro y no confío en él – la chica tomó su chaqueta y se fue sin despedirse

Quiso decirle que no se fuera, que entendía su preocupación y que agradecía que fuera tan buena amiga siempre, pero su orgullo dolía... Él lo había dado todo por su pareja, para poder hacer posible una relación y poder ser felices juntos, pero ese último año ni se veían, apenas charlaban, se sentía dolo todo el tiempo, pues el rubio cenizo ni siquiera le mandaba algún mensaje por las tardes o algún audio bobo con un beso y palabras cursis como solía hacer; sabía que Manjiro ya no lo quería y que únicamente estaba con él por la costumbre, pero aún así se negaba a dar su brazo a torcer, él haría todo lo posible para enamorar nuevamente a su pareja, incluso si tenía que ponerse en forma para eso, pero por ahora, quizás algunas flores serían suficientes

Salió de la guardería en la que trabajaba, no sin antes revisar que ninguna ventana se quedara abierta, y cerró con candado la cortina metálica, acomodó su abrigo y colgó su pequeña mochila de su hombro derecho mirando su celular... La foto de la pantalla de bloqueo era una de él con Mikey, foto que siempre le hacía sonreír, pues era un recordatorio del día que se fueron a vivir juntos jurándose que siempre iban a amarse; ignoró la notificación del mensaje que le había enviado su madre hace unos minutos y observó la hora, casi las 5, se había entretenido demasiado charlando con su amiga mientras limpiaba los juguetes para luego guardarlos en su sitio, se regañó a sí mismo como todos los días por distraído y caminó hacía el centro de Shibuya buscando una buena florería donde poder comprar rosas rojas que no le dejaran en la miseria

Deambuló por un rato hasta llegar a una florería pequeña sin demasiados clientes, dudó en entrar unos momentos por algún motivo que ni él mismo entendía, pero justo al hacerlo, chocó con alguien, haciéndolo caer al piso. Adolorido, alzó la mirada y casi se orina encima del miedo, era enorme, fácilmente medía más de dos metros y era demasiado corpulento, no de grasa, era puro músculo, pudo notarlo al chocar con él, pues su cuerpo era firme

Diferencia de Edad (SouthTake)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora