Una empleada

Samanta

Gavi

Toc, toc, toc

Esa deve ser Samanta.

Me levanté del sofá y grité un "VOYYY" me dirigí a la puerta y la abri y allí la vi.

-Hola, Samanta ¿no?
-Sí Samanta

Era una chica de pelo marron claro que le llegaba un poco abajo de los hombros y liso pero en las puntas se le ondulava unos mechones para un lado y otros hacia el otro sus ojos tenían un marron claro y sus labios rosados los cuales humedecia con la lengua y aun que no entiendo casi nada por lo que ne parecía a mi no llevaba ningún tipo de maquillaje.

-Bueno entra- Le señalé con la mano para después cerrar la puerta

-Gracias- Me dijo ella con una voz un poco timida y bastante adorable la verdad es que Fer no tenía para nada mal gusto. De cara era bastante guapa y no tenía para nada mal culo lo único que tenia un poco mas pequeño eran los pechos pero por lo resto vaya con Fer aver si no se la quiere ligar el.

-Primero te enseño un poco la casa y después te digo lo que haces ¿vale?- Le dije mirandola aunque ella no me miraba.

¿Soy tan feo o ella tiene vergüenza?

-De acuerdo- dijo ella dirigiendo sus ojos marrones hacia mi y encontrando los míos los cuales sentí una necesidad que nunca había experimentado de apartarlos así que eso ice y miré cualquier punto y me encontré con la piscina.

Dios que asco de piscina no me había fijado.

Estaba sucia llena de mosquitos en algunos sitios incluso un poco verde se que le pago a ella para que limpie pero la verdad es que cualquiera diria que soy un guarro que verguenza.

-Bueno entramos a dentro mejor- dije y ella simplemente asintió
Entonces abri la puerta y en el momento en el que ella entró miró a su alrededor y simplemente soltó un "dios". Yo me quede unos momentos reflexionando si seria por el tamaño de la casa o por la suciedad que había en ella.