Doce

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"Ryujin"

La voz suena tan distante que apenas la escucha, no es hasta que Lia truena los dedos frente a su cara que la mira de verdad.

"¿Estas bien?" su amiga la observa, tiene la misma cara que ha tenido los últimos 10 días. Como si Ryujin fue un pedazo de vidrio frágil que va a estrellarse en cualquier segundo.

Y no es que no lo sea, simplemente no quiere que todo el mundo lo sepa.

Asiente rápidamente con la cabeza. "Si, si, lo siento, solo me fui un segundo."

Lia se muerde el labio, Ryujin sabe que quiere preguntar en qué estaba pensando, pero si es honesta ni ella misma lo sabe.

"¿que decías?" se apresura a decir para llevar la conversación a algo menos terrible.

Lia lo duda un momento pero asiente. "Pregunte si ibas a comer con nosotras, amiga."

La pelinegra ni siquiera lo piensa, niega inmediatamente con la cabeza. "No, no tengo hambre."

"OK." su amiga ladea la cabeza y toma su manos. "pero si estas comiendo ¿no?"

"Si." De acuerdo, Ryujin sabe que eso es parcialmente cierto, los últimos días no ha tenido el hambre que de costumbre y por eso sus amigas la ven extraño.

Pero ella comió, casi toda una hamburguesa en el desayuno de hoy. O tal vez fue la cena de ayer pero ese no es el punto.

Aun así Lia la ve como sino le creyera una sola palabra, tal vez porque eso es lo que pasa.

No quiere escuchar el discurso de como debe cuidarse a sí misma, otra vez. Se levanta y toma su mochila "Tengo clase, debería irme."

Su amiga quiere decir algo, pero solo la mira. "¿cual es?"

Ryujin hace cuentas en su cerebro y cuando la pesada lógica cae no puede evitar hacer una mueca. "Arte moderno"

Lia suspira. "¿crees que hoy vaya?"

"No." Ryujin niega con la cabeza. "La verdad es que no creo que vuelva a ir."

Puede sentir las lágrimas picar en sus ojos y sabe que Lia puede verlo, así que solo parpadea y se encoge de hombros. "Lo que está bien, hace más fácil las cosas."

Lia asiente despacio. "¿Nos vemos después de tu entrenamiento?"

"No" Ryujin lo dice tan rápido que su amiga abre la boca con sorpresa. "Perdón, estoy cansada y quiero dormir temprano hoy."

Eso y que no tiene más energía para verse valiente por hoy.

"Ok" Lia sonríe un poco. "Te quiero."

Ryujin asiente. "Yo también."

Últimamente podría decirse que vive en su cabeza, han pasado diez días desde que Yeji la dejó, o como sea que se llame lo que pasó.

Y desde entonces no ha ido a su única clase compartida, honestamente Ryujin no sabe como esto cambio tan rápido. Hace unos días este momento la emocionaba.

Amaba esta clase, y ahora solo se siente como algo tétrico y vacío que perdió junto con todo lo demás.

Chaery y Lia piensan que va a colapsar en cualquier momento, y le dan miradas furtivas cuando creen que ella no las ve.

Y tal vez eso sea su culpa, básicamente por pasar los primeros tres días en su cama sin poder parar de llorar.

Aunque le gusta pensar que lo está intentando, que desde el cuarto día en el que decidió levantarse y bañarse lo hace mejor.

Dime cómo hago | RYEJI |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora