4

70 8 0
                                    






Un chicle sabor menta en su boca y el sonido de alguna canción de pop ochentera sonando en sus oídos, no había nada más mientras caminaba hasta el patio trasero de la escuela mirando la pared que debía saltar para salir de ahí, no era algo ajeno a ella, Monik sola saltarse algunas clases con sus amigos, no con tanta frecuencia ya que no quería regaños de sus padres.

Luego de unos segundos observando se subió al árbol que estaba cerca de la pared, se acercó con cuidado a la rama que la llevaría a solo tener que poner sus pies sobre la estructura vertical, así lo hizo teniendo cuidado calculo por dónde saltar encogiendo sus pies para no hacerse daño.

- Perfecto - Murmuró para ella misma, había aprendido eso de su amigo Brandon...otra vez sintió aquella pesadez en sus hombros y taquicardia que la mantuvo quieta unos segundos antes de reanudar su camino a el único lugar silencioso y dónde nadie la miraría con lástima; La biblioteca.

No estaba tan lejos pero igual detuvo un taxi el cual era conducido por un señor que se veía amable.

- ¿Dónde la llevo señorita? - Preguntó.

- A la biblioteca central por favor - Contestó poniendo otra canción de su playlists mientras miraba por la ventana, las calles ya no eran tan atractivas y cada uno de ellas cercanas a la escuela o a su casa, hasta en el barrio donde vivían sus amigos la hacían recordar lo bien que la paso con ellos.

Quería devolver el tiempo y el lugar de darles una risa sarcástica por su broma decirles que los amaba...Ashley había dicho que la esperarían ahí y al final fue cierto...fue la última vez que vió con vida a sus amigos y ni siquiera se tomaron una foto...o algún vídeo.

- Ya llegamos señorita

- Gracias ¿Cuánto es?

- 20 dólares

Ella asintió sacando el dinero de su bolsillo dandole 5 dólares más al señor antes de bajarse y mirar aquella gran biblioteca donde fue que encontro su lugar seguro... incluso cuando quería privacidad o distancia con sus amigos; Cuendo quería un momento a solas con ella misma.

Claro que ahora daría lo que fuera por obligarlos a leer algunos libros con ella en lugar de sentir sus ausencias.

Camino unos pasos en la acera cuando sintió una mirada en su espalda y se giró mirando a dónde creyó de dónde venía la mirada pero ahí no había nadie mirándola entonces volvio sobre sus pasos aún mirando atrás teniendo cuidado de no chocar con nadie.

Ella no se había equivocado, a pocos metros ocultó entre las personas de la calle frente a la biblioteca se encontraba un chico de 1.73 mirando a su dirección solo que en esa ocasión llevaba ocultó su cabello bicolor bajo un corro de lana, este cruzó al verla entrar a la biblioteca...no se permitía perderla de vista.

Monik saludo a los guardias quienes le dieron el pésame como había hecho cada persona que la conocía, ella solo asintió y acepto los abrazos, pero hubiera preferido que no le recordarán que ya no podría llamar a Ashley para que la buscará al salir de la biblioteca e ir a una cafetería para hablar del hombre de turno con el quien había estado, a Monik no le gusta que sus amigas hicieran eso pero eran sus vidas...su tiempo el cual habían gastado en una vida como esa.

Paso a dentro yendo por los pasillos esperando no encontrar a nadie por ahí que la conociera y también le quisiera dar el pésame, se dirigió hasta los libros de poemas...quería saber si alguien en verdad podía entender su dolor... ¿Y que mejor que la poesía? ni sus padres podían comprender lo que llevaba a rastras, su padre solo le repetía que debía seguir adelante cuando le habían robado parte de su vida.

Leyó portada tras portada hasta llegar a uno de Edgar Allan Poe y lo miro por unos segundos sintiendo que alguien se ponía a su lado pero no le prestó mucha atención.

- Lo que el mundo llama genio es el estado de enfermedad mental que nace del predominio indebido de alguna de las facultades - Monik se quedó helada al escuchar una voz tan grave y llamativa en partes iguales - Las obras de tales genios no son sanas en sí mismas, y reflejan siempre la demencia mental general

- Ah...es una buena sita - Murmuró ella poniendo el libro nuevamente donde había estado, parecía ser que quien estaba a su lado lo había leído un monton de veces ya que en la portada decía que habían varios poemas o reflexiones de el poeta y escritor de forma recopilada.

Quien estaba a su lado sonrió pensando en que a veces las personas eran tontas...el había estado al rededor de Monik y frente a la policía tantas veces, o ellos eran tontos o el era un maldito genio, el prefería pensar que ambas.

Los policías no ven a un verdadero criminal aún que este ante sus narices y el era un genio del disfraz.

Él Vestido De Novia ( Kim Drácula ) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora