VMINKOOK

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«En aquel frío y desolado pasillo de hospital una Omega lloraba la perdida de su Alfa, el dolor en su corazón era grande, su loba aullaba de una forma desgarradora. El Alfa se había marchado muy pronto, un conductor ebrio le había arrebatado la oportunidad de saber que iba a tener la dicha de ser padre, le arrebató aquel momento de felicidad, logró que una Omega quedara sola y desamparada con un cachorro en vientre, le arrebató la vida a una persona que tenía sueños y proyectos, destruyó una familia y le arrebató la seguridad de un hogar a ese pequeño angelito que aún no había conocido el mundo. La madre Omega paso a observar el cuerpo de su esposo por última vez y mientras tomó su mano colocándola sobre su vientre plano le prometió que cuidaría y amaría a su hijo, lucharía por que nada le faltara y juró darle la familia que su bebé merecía. Todo lo que habían soñado juntos ella lo cumpliría»

«Esa misma tarde, a unas cuantas habitaciones una Omega había perdido la vida tras dar a luz a un hermoso bebé. Su Alfa estaba destrozado y desconsolado, cargando a su bebé en brazos observó que se asemejaba mucho a su preciosa madre, tomado la fría mano de su esposa y sonriéndole con dolor a su hijo prometió ser un buen padre, prometió criar a su hijo con amor, arrepentido por no haberla cuidado lo suficiente se juró a si mismo jamás volver a cometer el mismo error, protegería a su hijo con su vida, solo le pidió a su esposa "dormida" que no lo dejara completamente solo, le pidió que fuera su ángel, que ella lo guiara por el camino correcto. Inclinándose beso la fría y pálida frente de su amada, volviéndose y besando la frente de su hijo prometió no olvidarla nunca, llevaría su amor en su mente y corazón»

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-14 años después-

«En aquella pequeña pero cálida habitación se encontraba un niño de 3 años con su madre, la mujer tarareaba una dulce canción para que el cachorro en sus brazos pudiera conciliar el sueño. Mientras continuaba con la melodía se mecía en aquel sillón junto a la ventana, observando la oscura noche y dejándose llevar por su propio tarareo de amor, le suplico en silencio a la madre luna que cuidara a su pequeño niño, con lágrimas en sus ojos observó al hermoso Omega entre sus brazos y con una triste sonrisa cálida beso la frente de su niño. Sería la última vez que lo miraría tan tranquilo y perfecto pues ella ya se encontraba lista para partir. Con cuidado de no despertar al cachorro lo deja sobre la cama arropandolo por última vez. Acaricio la cabeza de su hijo y dejo escuchar su último deseo»

-Jimin. Mi pequeño ángel, mamá debe marcharse ahora, debo emprender un largo viaje hacia las estrellas, pero no te dejaré solo, cuando mires hacía el cielo podrás verme sonreír desde allí -algunas de aquellas saladas gotas de agua se deslizaron suavemente por sus mejillas- No olvides lo mucho que mamá te ama...Deseo que puedas ser feliz, que puedas encontrar el amor, deseo que puedas cumplir todo aquello que tú corazón anele, deseo que puedas elegir un mejor destino que el que yo pude elegir para mí -respira lentamente para poder lograr contener aquel desgarrador llanto que provocaba dolor en su corazón- Debes ser un niño bueno, debes ser fuerte y muy valiente -las suaves manos de aquella mujer se deslizaron por las mejillas del niño dormido- Deseo que tú corazón pueda perdonarme algún día y que puedas entender la razón de mi partida

«Con un último beso en la frente de su hijo se despide. La madre Omega sentía mucho tener que abandonar a su pequeño rayito de luz, pero su decisión estaba tomada, lamentablemente nadie pudo notar su dolor a tiempo y la oscuridad se volvió testigo de aquella tragedia. La madre luna alumbró la pequeña habitación del Omega y lo acompaño durante esa noche, lo acunó y lo protegió como una madre que le da calor y amor a su hijo, logro que aquel pequeño peli-negro se sintiera a salvo y cálido. Pues la madre luna había oído las palabras de la mujer y sintió el dolor de su corazón, después de aquella noche el destino del Omega se encontraba en manos de la diosa Luna y ésta se encargaría de proteger el corazón del niño hasta que sus guardianes estuvieran preparados para relevarla de su misión, ya que ella había elegido el destino de su hijo»