VMINKOOK

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«Los demás Omegas regresaron a casa después de que Jungkook y Taehyung durmieran a Jimin. Han volvió con su Alfa, después de ver lo que podía ocurrir detrás de un segundo y una decisión no podía perder un minuto lejos de su destinado. Ah Moonbyul y Félix los llevó Hyunjin quien primero dejó a la rubia. El Omega volvía triste y el pelirrojo lo notaba, se puso a pensar en todo lo que había pasado estando en Osaka y lo valiente y fuerte que fue Solar, ella tuvo el coraje y la determinación necesaria para sacrificarse por sus seres queridos, pero no pudo estar con el amor de su vida y eso fue algo que la persiguió hasta sus últimas consecuencias. Indeciso pensaba si arriesgarse en ese momento oh esperar un poco más, el llanto del Omega llamo su atención haciendo que detuviera el coche para voltear a verlo»

—¿Estás bien? –pregunta nervioso y el Omega niega lanzándose por impulso hacia el– O..oye tranquilo –ambos quedaron en una posición incómoda ya que Hyunjin se encontraba en el asiento del conductor y Félix en el asiento trasero– Ven aquí –señala el asiento de al lado–

—Esta bien –sin decir nada se pasa al asiento junto al Alfa y sin pedir permiso lo vuelve a abrazar mientras suelta a llorar– Lo siento por ésto pero ya no puedo seguir fingiendo que soy fuerte

–un poco temeroso el Alfa corresponde al abrazo– —Tranquilo Omega, estoy aquí y no me volveré a ir –esas palabras llamaron la atención del rubio–

—¿De que habla? –lo mira confundido apartandose de él–

—¿No me recuerdas? –este niega aún más confundido– Eras un niño entonces, ibas corriendo mientras huías de tu padre quien te golpeó –lentamente lleva su mano a la mejilla del rubio secando las saladas lágrimas– Chocaste conmigo y me pediste ayuda yo era un adolescente y lo único que pude hacer para ayudarte fue...

—Llevarme con usted –el rubio abre sus ojos sorprendido al recordar– Me dijo que fuera con usted, me cuidó para que nadie más me hiciera daño y se quedó conmigo para que no me sintiera solo –el Alfa sonríe al saber que no había sido olvidado–

—Al día siguiente fuí a buscarte pero ya no estabas –toma las manos del Omega con suavidad– Supe que tú padre se los había llevado

—Esa mañana nos mudamos. Yo lo esperé, quería despedirme lo juro, pero no llegó –baja un poco su cabeza– Me fui sin saber nada de usted –saca de su bolsillo una pequeña pulsera azul con un dije de luna– Éste fue mi amuleto desde ese día, es la pulsera que me regaló, entonces dijo que era una pulsera invaluable y que tenía el poder de curar cualquier soledad

—No sabía que decirle al pequeño Omega que no dejaba de llorar –sonrie leve–

—Funciono –sonrie mirando el dije–

—Felix se que no confías en mí, se que no me conoces bien y se que ya no soy aquel adolescente que limpio tus lágrimas –lo mira suplicante– Pero soy tu Alfa, te pertenezco desde el día en el que por accidente te conocí, mi corazón te ah pertenecido desde que mire tu sonrisa por primera vez –presiona un poco más el agarre sobre las manos del rubio– ¿Me permitirías ser tu Alfa?, quiero ser quien te proteje, quien te hace feliz, quiero que cuentes conmigo siempre, que me dejes compartir los buenos y malos momentos a tu lado, quiero ser yo quien seque tus lágrimas cuando estés triste, quiero ser yo quien te sostenga cuando sientas que no puedes continuar, quiero ser la razón por la que sonrías –sus manos estaban sudando de los nervios– Quiero que me dejes admirarte por el resto de mi vida

—C..como supo que era yo –pregunta con curiosidad–

—Aquella noche en casa de Solar –piensa en aquel momento– Te ví llegar junto a su hermano, mi Alfa te reconoció enseguida y supe que eras tú. Después de aquel día en el que desapareciste de mi vida, le prometí a la madre Luna que si me volvía a dar la oportunidad de verte nuevamente no te dejaría ir como aquella vez, y cuando me reencontré contigo supe que mis súplicas habían sido escuchadas, yo te eh estado buscando desde entonces –pasa su saliva con dificultad– Dime Omega, ¿me aceptas?