VMINKOOK

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-Que hacemos aquí señor Kim -pregunta extrañado ingresando a la peluquería-

-Mi padre nos pidió que te distraigamos, no quiere que estés todo el día en la mansión -miente de forma natural- Te trajimos aquí para que decidas si quieres seguir teniendo el tinte rosa oh te gustaría algún otro color

-B..bueno -los mira dudoso, además su hermana era la que teñía su cabello y siempre desde que tiene siete se lo tiñe de color rosado- Solar hyung era la que me colocaba el tinte

«Ambos chicos se miran entre si para luego mirar al menor»

-Te lo teñimos nosotros -propone sorprendiendo al menor, Jimin sabía que los mayores le gustaban, si bien no eran como el entrenador Bang Chan, aún estaban guapos y esa aura de misterio captaba su completa atención-

-¿Saben hacerlo?

-No, en realidad no -suspira el Alfa- Pero podemos intentarlo

«El Omega por primera vez sonrió gracias a ellos, soltó una pequeña risa al igual que la peluquera quien los miró negando. Los hermanastros se quedaron hipnotizados mirando al más bajo y la chica pudo sentir aquella dulzura y amor»

-Bien -interrumpe la chica- Si lo desea podemos hacerlo ahora -sonrie mirando al peli-rosa-

-Jimin. Creo que sería mejor dejárselo a los profesionales -habla nervioso el Beta- Jeon y yo no sabemos de éstas cosas

-Esta bien señor Kim -con esa suave voz endulzaba los oídos de sus mayores, cada vez que de sus gruesos labios salía pronunciado su apellido su imaginación los adentraba en un laberinto inexplicable de sentimientos encontrados y deseo por el Omega-

«Aunque no tuviera ánimos decidió aceptar la invitación de sus mayores, todo el tratamiento había llevado aproximadamente unas tres horas y mientras que atendían a la bolita rosa Jungkook y Taehyung se dormían del aburrimiento, Jimin los observaba por el espejo frente a el y sonreía de forma inconsciente ante los cabeceos del Alfa y Beta. La chica que atendía al peli-rosa notaba todo aquello y decidió hacerle un pequeño cumplido al Omega»

-Son realmente guapos -susurra en el oído del más bajo- Tienes suerte -sonrie mientras continúa con su trabajo-

«Las mejillas de Jimin se tinieron de un rojo vivo. Aquello lo había puesto nervioso y avergonzado, sin embargo no le molesto en absoluto el comentario de la chica, su lobo se sintió tímido dándole la razón a la contraria, ¿de verdad podría tener ese tipo de suerte?»

-Listo Jimin -termina de arreglar el cabello del Omega-

-Muchas gracias -se mira en el espejo y luego desvía su mirada hacía sus mayores quienes ya se encontraban dormidos, el peli-rosa se pone de pie y camina hacia ellos, extiende su mano y llama su atención- Señor Jeon, señor Kim

«Ambos mayores tratan de recomponerse de forma discreta y miran al chico ante ellos, de por sí Jimin ya era hermoso, pero en ese momento se veía como un ángel, su perfección no tenía descripción alguna y los lobos de los hermanastros menearon la cola emocionados»

-Pagaremos y luego podremos marcharnos -el más bajo asiente y sale del lugar junto al Beta mientras que Jeon se encargaría de pagar-

-Quieres ir a algún lugar en particular Jimin -pregunta mirando hacía el frente, temía ponerse nervioso ante la mirada azucarada del Omega-

-N..no señor Kim -la verdad era que quería ir a visitar a sus tíos y al pequeño Dan, sin embargo no quería molestar con eso a otra persona que no fuera Jin-

-Podrías no llamarnos "señor" por favor -suspira- Aunque nuestra apariencia diga lo contrario yo tengo 27 años y Jeon tiene 26 puedes dirigirte a nosotros como tus hyungs -Jimin se sorprendió ante la petición del Beta pues todos se dirigían a ellos con el máximo respeto y lo vería desubicado hablarles con confianza- Ahora eres parte de la familia así que no habrá ningún inconveniente con eso