SUICIDAS

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Esta mañana la portada del diario mostraba un dibujo que representaba una terrible escena. Un joven que rondaba la mayoría de edad yacía sin vida en el suelo con un gran corte en el cuello que emanaba la sangre de la que estaba impregnada toda la habitación. En el retrato, el chico mostraba una cara de espanto escalofriante.

A pesar de todo, al mundo parecía darle igual. Nadie se preocupó de que fue lo que le sucedió a ese muchacho. Lo vieron como otro suicidio por problemas familiares o en el colegio. Su familia tuvo que pasar todo tipo de interrogatorios sobre cual podría haber sido la causa de la muerte. Nadie tenía ni idea, al parecer se trataba de un chico completamente normal. De sus compañeros, amigos y profesores consiguieron averiguar que era popular entre los de su clase y que no sacaba notas ni demasiado buenas ni malas.

El caso se archivó y en menos de una semana nadie se acordaba de él. A nadie le preocupó aquella familia destrozada, de aquellos chavales que no podrían ver jamás a su amigo. Nadie se preocupó de nuevo de los motivos del suicidio. Pues bien, yo se la realidad. Escuchad con atención: Existe gente en los manicomios a los que se les llama locos. Algunos salen en los programas de televisión para que nos mofemos de ellos. Siempre cuentan increíbles historias sobre apariciones de seres paranormales o presencias y todo el mundo se ríe incrédulo de la demencia provocada en ellos por esas visiones.

Estas personas han sido las mas fuertes o las que no han tenido métodos suficientes para

acabar con la agonía de ver a esos espectros . De cualquier manera, son los que han tenido que aguantar para después soportar las burlas de quien les han escuchado.

Una noche de Sábado Pablo Jesús, un chico de tendencias homosexuales, se encontraba en su habitación viendo la televisión, se estaba quedando dormido. De repente algo le despertó. La televisión se apagó de repente. Levantó el trasero para cerciorarse de que no había aplastado el mando bajo sí. Debajo de él no había nada. Miró hacia la lamparita de la derecha, y allí estaba junto a un viejo abrecartas recuerdo de Ibiza.

Apenas le dio importancia, pero cuando giró la cabeza hacia la puerta, algo le sobresaltó.

Allí, en frente suya, mirándole a los ojos, se encontraba una niña vestida de blanco inmóvil. Su cara era pálida, pero su pelo del mas oscuro negro. Pablo Jesús no pudo aguantar tanto terror. Su primer intento fue saltar por la ventana ya que la niña obstruía la puerta, pero la persiana estaba cerrada, así que optó por la solución mas cobarde. Decidió acabar con su vida cortándose el cuello con el abrecartas de la mesilla.

Os preguntareis como se esto y por qué he decidido contároslo. La razón es muy sencilla.

Realmente me hirió que a nadie le importase mi muerte.

Jamas Volveras A Dormir Con Tan Solo LeermeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora