20 de mayo, sábado.
Estado de Gyeonggi, Corea del Sur.
— Todas las amenazas han llegado a los superiores del Hospital General de Seúl o directamente aquí en el Hospital General de Gyeonggi — el muchacho informó cuando su superior se lo preguntó — Y los ataques son leves pero cada vez menos leves. Están amenazando con destruir completamente los hospitales con explosivos.
— Matarían a tantas personas — el superior estaba pensando y suspirando — No sé hasta dónde puede llegar, pero debe haber algo que los detenga — puso su mano en el escáner, haciendo que éste lo reconozca y la puerta se abra, dejándolo entrar a la gran sala — O mejor, alguien.
— Por fin llegan, ¿y el almuerzo? — un hombre de cabello plateado estaba sentado en una silla, recostandose para estirarse y hacer tronar sus huesos.
— La comida espera en la cafetería. Si tanta hambre tienes, ve por ella — el superior rodó los ojos — Hay algo más importante, y es que necesitamos tener el proyecto terminado — dirigió su vista hacia la mujer, la única mujer ahí de hecho, que estaba muy cómodamente recostada en el sofá — ¿No has terminado? — él reprendió con la mirada su relajación.
— Lo hice hace quince minutos — pero la mujer ni siquiera abrió los ojos para verlo — Las pruebas que hice salieron bien. Si las personas están de acuerdo, podemos empezar ya con el proceso y el entrenamiento requerido — sus palabras hicieron que todos le dirijan la mirada, totalmente impactados.
— ¿Qué? — el hombre de cabello plateado habló.
— Me les olvidé de decirles, y trabajé tanto anoche que solo al terminar me recosté — la científica solo alzó los hombros, demasiado tranquila como para reaccionar ante las repentinas celebraciones de sus compañeros al tener el trabajo terminado — No estoy del todo satisfecha — la mujer, con las manos entrelazadas posadas en su estómago, llamó la atención del superior, ese científico de letras 'Dr. Bang' cocidas en su bata blanca.
— ¿A qué te refieres? — él ladeó la cabeza en confusión — ¡Esto merece una total fiesta! Es el logro de la década o del siglo, Chou.
Chou Tzuyu solo negó y apretó los labios en una línea, mirando hacia el techo y no correspondiendo las exclamaciones alegres de sus compañeros de equipo.
Había logrado lo que tal vez evitaría muchísimas muertes y salvaría a el país de una catástrofe, pero sentía unas ganas de vomitar y otras de comer algo. Tenía hambre, y pensó que tal vez el dolor de su estómago era por ese hecho. No ha comido en todo el día, muy raro de ella porque nunca falta a su horario, siempre comiendo las tres veces al día y uno que otro café para seguir bien despierta.
El muchacho, que solo era un ayudante, se dirigió hacia un estante y colocó un banco, solo así pudo alcanzar a ver en los estantes más altos.
— Desde la semana pasada tengo unas botellas de vino por aquí, deben seguir por... aquí — su voz se fue y su rostro rápidamente se transformó en una expresión de horror al ver en al fondo de los estantes, cayendo hacia atrás al tropezarse con sus propios pies — ¡¡C-Corran!! — su grito fue una alarma para todos en la sala, al igual que su alteración al correr — ¡Hay una bomba!
— Y de esto me refería — la científica Chou dijo cansada, incluso aún calmada, pero rápidamente siendo arrastrada afuera por el doctor Bang al escapar.
Pronto el piso más alto del hospital tuvo una explosión, que fue escuchada como un leve 'Pum' por el piso de más abajo.
Hirai Momo caminó desesperadamente hacia la habitación donde su novia se encontraba, y cuando escuchó el ruido solo frunció el ceño y después lo ignoró completamente, siguiendo su camino.
Su hermosa novia, Kim Dahyun, se había roto la muñeca al estar en un proyecto de robótica, lo que estudiaba. Su ejemplar era un traje que pareciera un animatronico, pero lo quiso hacer tan grande que ocupaba una escalera, y no aseguró bien la misma, por lo que al caer su muñeca tronó y un dolor se propagó hasta la mitad de su brazo. Pero pronto fue a urgencias, y aunque ya podía irse sola al ser mayor de edad, esperaba a su novia para poder irse ambas.
Momo ya había sido notificada de que estaba bien, pero ahí estaba, corriendo como loca para poder ver a su novia y verificar con sus propios ojos que en realidad se encuentre bien y con los cuidados necesarios.
— ¡Dae! — Dahyun al escuchar su apodo se giró, recibiendo a su novia en un abrazo, aunque alejando su mano para no lastimarse. Momo se separó para ver detenidamente a su pareja — ¿Estás bien! ¿Te duele mucho? ¿Cuánto es del uno al diez? — sus preguntas preocupadas solo hicieron reír a Dahyun.
— Estoy bien — le brindó un pequeño beso en los labios — Tengo la mano un poco adormecida y me dieron medicamentos para el dolor, y también algunas instrucciones para evitar que me lastime — mostró una papel que Momo tomó y leyó completamente por delante y por detrás, asegurándose de tener esos cuidados de ahora hasta que la mano de Dahyun sane — Mira el lado bueno, sé usar las dos manos — ella sonrió, presumiendo de ser ambidiestro, haciendo a Momo abrazarla y soltar una risa.
Dahyun sí se encontraba un poco decaída, pues el proyecto que hacía no era por obligación, sino por desear hacerlo. Ella era una completa geek, y tendría que pausarlo porque con una mano solo podría hacer algo mal o tardar demasiado en seguir con el proceso, pero no se permitió mostrarse triste.
Aunque Momo lo notó, y por ello, la animó a dirigirse a el restaurante cercano a comer algo bueno.
. . . . .
Y como me gusta ser tonta, les traigo otra historia que voy a tardar en terminar, pero que muy seguramente voy a terminar.
No se las quería publicar, y seguramente mañana me voy a arrepentir, pero la madrugada es milagrosa 🤠☝🏻
Ya a mimir, que es la hora del diablo
ESTÁS LEYENDO
PELEA DE HERMANOS
Fanfiction¿Una nueva versión del hombre araña? El tiempo es veloz cuando eres superhéroe, y también estresante cuando no tienes el suficiente tiempo que dedicar a lo que verdaderamente anhelas. Una adolecente antipática, una tonta enamorada y una ídolo musica...