PELEA DE HERMANOS

#02

20 de mayo, sábado.

Estado de Gyeonggi, Corea del Sur.

Momo tenía su mano entrelazada con la de su novia, pero tuvo que soltarla cuando sintió un pequeño ardor en su pierna. Rápidamente palpó bruscamente su pantalón, con la intención de apartar cualquier mosquito o hormiga que se haya adentrado en su prenda.

Dahyun la estaba esperando, por lo que Momo se apresuró en sacudir su pantalón para acercarse y entrelazar sus manos de nuevo, sonriendo.

El restaurante no estaba lejos. De hecho, estaba casi enfrente del hospital, donde cualquiera que salga podía ir a alimentarse.

— ¿Hansik House? — Dahyun desconoció el nombre del restaurante. Era un nombre típico, nada impresionante, pero Dahyun no recuerda haberlo visitado — ¿Habías venido alguna vez antes? — se dirigió a su novia.

— Nunca, pero podemos pedir pollo — Momo sonrió, le encantaba el pollo — Puedo ayudarte si se te dificulta algo — hizo referencia a su mano herida.

— ¿Dak gogi? — Dahyun preguntó y Momo felizmente asintió — Y no creo ocupar ayuda, pero si tengo problemas, te diré — prometió, por lo que Momo estuvo satisfecha y entraron juntas al lugar.

Momo no pudo ver que una araña cayó de su pantalón cuando lo había sacudido anteriormente.

El asistente del doctor Bang, Seo Changbin, salió apresurado del hospital, con una única misión que le proporcionó sus superior.

Capturar a las arañas.

No fue el único con la misión, pero él debía buscar a las afueras del hospital. Casi una misión imposible, considerando que las arañas eran tan pequeñas y su vista no podría captarlas por lo rápidas que eran.

La explosión no dañó de alguna manera a las arañas, pues se encontraron protegidas por los cristales que las resguardaba, pero sí logró romper un poco la protección de esos seres modificados, así que las cinco escaparon de sus prisiones de cristal, y también salieron por las ventanas rotas.

Toda esa sala había sido destruida casi por completo, y varios heridos estaban, por lo que el hospital estaba en una pequeña crisis por ocultar el suceso hasta que se solucione, pues no querían alertar a los pacientes del edificio entero, el pánico llegaría y los problemas se intensificarán.

Seo dio unos pasos afuera y fue suficiente para que se escuchara un pequeño crujido debajo de su zapato. Se alertó, y cuidadosamente alzó su pie, para notar que en el cemento ya estaba una araña muerta por haberla pisado. Sus patitas tuvieron tics y se enroscaron en sí misma.

— Mierda — murmuró, agachandose para juntarla y ponerla en el contenedor que le habían otorgado.

Solo a unos dos metros que se encontró con otra araña, solo que ya muerta, patas arriba y enroscada. Supuso que alguien más la pisó, y rápidamente la metió en el contenedor.

Faltaba encontrar las otras tres, y esperaba que pudiera capturarlas vivas.

Caminó un poco rápido mientras volteaba a todos lados y esquivaba a las personas que pasaban. Justo caminó por un callejón, que llamó su atención más por la chica que murmuraba algo estando en el estrecho lugar.

Pero, con la poca luz que iluminaba el callejón, Changbin pudo visualizar a una araña en el brazo de la chica, casi en su hombro, por lo que alterado se acercó.

— Disculpe — él tocó su hombro, pero la chica se zafó rápidamente, mirándolo de una manera que lo hizo sentir pequeño, aún si su cuerpo tenía una musculatura que a veces intimidaba a la gente — E-Es que yo... ese — aparte de no saber cómo decirlo, la belleza de la chica lo dejó perplejo.

A pesar de que su rostro expresaba molestia y fumaba un cigarrillo (que no era específicamente el olor favorito de Changbin), la chica tenía un visual hermoso de lunares esparcidos, labios gruesos y ojos que cautivan tanto como juzgaban.

De pronto recordó a la araña.

— Es que yo... Déjeme hacer algo — intentó acercarse con el contenedor, pero tropezó cuando la chica se hizo a un lado.

Juntando el contendor para intentarlo de nuevo, sacrificando su imagen al quedar como un idiota acosador, escuchó una queja junto a un siseo y una palmada, lo que casi fue su peor pesadilla.

Volteó para ver que la chica tomaba su propio brazo mientras masajea la zona, y la araña que la picó se encontraba en el suelo. También sus patitas daban tics y se enroscaban hacia sí misma.

Changbin alterado se acercó y la miró detenidamente, buscando algun signo de que no esté muerta, pero lo estaba. Suspirando, la echó en su frasco y alzó la cabeza hacia la chica.

— Lo lamento tanto. Era mi mascota, estaba intentando quitársela sin alterarla — no le quedó de otra más que mentir, mientras veía detenidamente a la chica para guardar su imagen en su mente y saber quién tendría los efectos de la araña — Realmente lo siento — hizo una reverencia completa.

— Please, solo dime que no era venenosa o algo por el estilo.

— Era inofensiva, solo duele un rato y luego ya no — siguió mintiendo, sin saber qué más decir sobre eso. Podía decir que en realidad era venenosa y tenía que ingresar al hospital que está a unos metros, así el doctor Bang pueda hacer algo con la picadura, pero Changbin no pudo llevar a cabo ese plan.

La chica solo bufó y se fue, pero Seo la siguió con la vista, notando que la chica llevaba un uniforme de mesera y entraba al restaurante de la calle de enfrente. Ya tenía cómo encontrarla, por lo menos.

— Ya son tres. Faltan dos — aún así, Changbin buscó y no pudo encontrar nada más.

Al final del día, su superior le informó que encontraron a una muerta en el último piso por la explosión y con las tres que él encontró solo faltaba una más, la que nunca pudieron encontrar.