Narra Eduar
El frío era estremecedor, podía sentir como mis mocos se convertían en hielo, no podía creer todo el frío QUE invadía mi cuerpo, pareciera que estuviéramos EN UNA NEVERA, O ESTUVIÉRAMOS EN NAVIDAD mi aliento lo podía ver con cada suspiro, todo parecía estar solo, veía como pequeñas personas caminaban con cajas.
Grite con la esperanza de que alguno me escuchara y pedir ayuda, pero pareciera que me ignoran, todo parecía estar silencioso. Ya que esa risa se detuvo, no podía ver bien algunas cosas gracias a la poca luz que avía, no podía ver a santa por ningún lado, tenía tanto frío como miedo llorando al recordar aquella escena en el cuarto de mis padres.
No puedo hacer nada. Estoy amarrado tanto de los pies como de las manos, también metido en un saco, no puedo hacer nada. No sé qué puedo hacer.
Solo me queda esperar que pueda pasar, aunque eso no es lo que mi padre hubiera querido, con la poca valentía y fuerzas que me quedaron me tire al suelo y empecé a rodar y moverme como una oruga, me movía por todo el lugar, el piso estaba extremadamente frío.
Llevaba 20 minutos arrastrándome en el frío piso, las personitas parecieran que me ignoran, es un alivio no encontrar a santa, ni escucharlo cerca, cada vez que avanzaba (no era mucho) parecía que me acercara a un área más oscura. Repentinamente, escucho como unas campanas sonaban, eso no medio miedo, pero lo que sí me asusto fue escuchar la vos de santa decir: por fin llegaron mis materiales para mis regalos, qué alegría.
Asustado por haber escuchado su vos, me arrastro a toda prisa a esconderme en un cuarto que se veía muy oscuro, pero se podía distinguir algunas cosas, rápidamente pude acercarme, gracias a que no estaba muy lejos...
Cuando al fin estaba llegando, escucho de nuevo esos cascabeles que me helaba la sangre, intento ser más rápido, el miedo se estaba apoderando de mí, cada vez el sonido de los cascabeles se escuchaba más y más fuertes, estaba empezando a sentirme desesperado por no poder llegar. Más el miedo de que me encontrara era peor.
Lo peor fue escucharlo, decir con un tono alegre: eduar ¿Dónde estás? Quiero que veas que gran entrega nos han hecho, posiblemente encuentres a alguien "conocido", para que sea el primer juguete que hagas.
Ya estaba llorando, cuando siento que una mano me agarra y tapa la boca llevándome a la habitación oscura, no puedo ver casi nada, pero pude distinguir que una persona me agarro llevándome atrás de unas cajas. Parecía extraño la sensación de que dicha persona se sentía como si tuviera mucho pelo, tanto en las manos como en partes de su cuerpo.
Al escuchar que los cascabeles se estaban alejando me pude calmar, la persona me soltó, colocándome frente de él y me pregunto: ¿estás bien? Yo le respondí confundido: si estoy bien, aunque siento mucho frío, él me respondió con una pequeña carcajada: jajá tranquilo, es normal, estamos en el polo norte, es comprensible el frío que estás pasando.
Yo estaba demasiado sorprendido al saber dónde estaba, como es posible que esté en el polo norte, mis padres me estaban enseñando el país en donde me encontraba, no me acuerdo del todo el nombre, pero estoy seguro de que no se llamaba polo norte.
No podía creer el lugar donde me encontraba, todo quedo en un silencio incómodo hasta que escuche que alguien encendió una luz, yo instintivamente abrase a la persona que estaba al frente de mí, escuchaba como alguien caminaba en la habitación, no estoy seguro, pero creo que escuche como si fuera levantado una caja y se hubiera ido.
Aun con miedo mantengo los ojos serrados abrasando fuerte. Después de unos minutos de que no se escuchara nada, la persona que estaba abrasando me dice: tranquilo, ya se fue, estás seguro, por ahora. Yo abrí mis ojos lentamente, cuando terminé de abrir los ojos pude darme cuenta de que la persona que me estaba ayudando era un señor muy delgado, parecía ser algo alto, su cara estaba moreteada, pero lo que me llamo más la atención de este señor.
Fue que en casi toda su piel tenía pelos verdes, incluso su cara y palma de las manos tenía pelaje verde, automáticamente en mi mente me recordó curioso personaje, cuyo nombre no me acuerdo, me quedé viéndolo por unos minuto. No podía suponer ver a un señor con pelaje verde, al detallarlo un poco pude notar que en su piel se notaba algunos hilos como si lo hubieran cosido.
Él al notar que me le quede viendo dijo en un tono burlón: que tanto miras, te parezco abrasarle. Yo le respondí con duda e intriga: disculpe, pero es la primera persona que veo con pelo verde, ¿cómo le paso eso? Dije señalando los moretones y lo que se podía ver de hilo en su pelaje.
Él me respondió mirando el suelo: todo esto es una historia larga, si quieres te la puedo contar, pero primero vamos a buscar algo para darte un poco de calor, no quisiera que te murieras de frío. Él al levantarse pude notar que tenía un grillete en el cuello que lo encadenaba a la pared donde estábamos, encontró unas sábanas y me arropo con ellas.
Luego de cubrirme con las sabanas me pregunto: ¿quieres que te cuente por qué estoy aquí y también lo que va a pasar contigo? Yo solo asentí con la cabeza, él dio una pequeña sonrisa y dijo: esta es una pequeña historia de cómo conocí a santa.

ESTÁS LEYENDO
comociendo a santa
Terroren un mundo donde la navidad es algo muy esperado donde raramente aparecen regalos de bajo de los arboles tenemos nuestro protagonista Eduar es uno de los niños afortunado cosiderado el favorito de santa por los regalos fantasticos que recibian, inc...