𝐒𝐀𝐋𝐕𝐀𝐓𝐎𝐑𝐄 | sʜᴜ̄ᴍᴀᴛsᴜ ɴᴏ ᴠᴀʟϙᴜɪʀɪᴇ

🎃 [Especial Halloween] 🎃

Recomendación: Leer en fondo de color negro.

Los humanos descansaban del Ragnarok, pues todos estaban conscientes de la fecha tan importante que estaba a punto de celebrarse.

— ¿Halloween?. — Preguntó el valquiria mientras veía a su pequeña hermana Goll tomar algunas calabazas. — ¿Dónde aprendiste eso?

— Solo lo vi, los humanos celebran a sus muertos.

— Bueno, pues suerte con eso.

Se acomodo el kimono con intenciones de salir del lugar, sin embargo fue detenido por sus hermanas quienes lo arrastraron adentro otra vez.

— ¡Disfrazate con nosotros!. — Gritó Hlökk colgándose de los brazos del más alto.

— Me niego. — Reforzó el agarre de la valquiria evitando que cayera.

— No te estamos preguntando. — Un escalofrío recorrio su cuerpo al ver 12 valquirias acercarse peligrosamente a él.

— ¡Brunhild! ¡Auxilio!. — La mayor solo ríe y deja que las demás hagan lo que quieran con el, después seguía ella.

— ¡Kya! ¡Mi hermano es tan guapo!. — Gritó Alvitr mientras acomodo los últimos detalles del disfraz.

— Definitivamente es tu estilo. — Agregó Rangdriz, las demás afirmaron lo mismo.

— A todos los dioses se les caerán las túnicas cuando te vean. — Un rubor se hizo presente en el rostro de Hikari que con vergüenza intento tapar la parte de enfrente.

— ¿Es normal que este tan abierto?.

— El que no muestra no vende.

— Tan graciosa como siempre, Thrud. — La pelirrosa lo sostiene entre sus brazos al igual que a todas sus hermanas haciendo un abrazo grupal.

— ¡Momento de celebrar Halloween!

Las valquirias se miraban entre si, habían quebrantando una pequeña regla pues se habían adentrado al mundo de los humanos para celebrar hasta quedarse inconsientes.

— ¡Aquí es!. — Goll señaló un bar de dudosa salubridad.

— Este lugar grita germenes por todos lados.

— Esos son los buenos lugares.

Los catorce se adentraron al lugar donde la mayor parte de humanos se encontraban bailando y bebiendo.

— Bueno ya que estamos aquí. — Hikari se coloco frente a sus hermanas dejando una mirada cómplice. — ¡Hasta el amanecer!.

Todos en el lugar apoyaron su grito y empezaron a tomar, menos Goll a quien le negaron rotundamente el ingerir una sola gota de alcohol.

— Las valquirias solo tomamos buenas decisiones. — Dijo Regnlelf al hombre enfrente suyo que ya estaba inconsiente.

Por su parte Thrud apostaba a que era la más fuerte del lugar, varios borrachos hicieron fila para poder pelear con ella.

— Váyanse formando para que no les toque doble.

Molio a golpes a cada uno de los incrédulos que pasaron.

Por su parte Hikari está a discutiendo con Hlökk por sus parejas.

— ¡Te veías mejor con Hades!. — Apunto a sabe dios donde pensando que estaba señalando a su hermano.

— ¡Tienes el dedo chueco! — Hipeo. — Hércules es el correcto.

El castaño estaba en las últimas, extrañamente las únicas que habían soportado el licor eran Brunhild y Göndull.

— ¡Tu no le sabes a esto!. — Gritó viendo a Thrud lanzar a un hombre lejos y quedarse con todo el licor que había comprado.

— ¡Rangdriz ¿verdad que Hades es la mejor pareja para Hikari?!

— ¿Hades? ¡Yo soy team Budda!

Todos estallan en carcajadas ingiriendo más alcohol del que sus cuerpos toleraban.

Un bonito momento, memorable hasta que sintió unas manos no identificadas en su cintura.

— ¿Eh?. — Volteo la mirada pero solo se encontró con un cuerpo bien ejercitado. — ¿Qué comes que te me antojas?

Escucha la risas de fondo y se anima a tocar el cuerpo enfrente suyo, al cabo de 20 minutos quedó inconsiente al igual que sus hermanas quienes fueron llevadas por la misma persona misteriosa hacia el olimpo.

[¿Qué es este lugar tan suave?] Pregunto en su mente mientras frotaba su rostro en aquel lugar.

— ¿Estas cómodo?. — Sus ojos se abren abruptamente cayéndose casi de la "cama" donde descansaba. — No me molesta tenerte encima mio.

Su rostro se puso pálido y luego un gran carmín se hizo presente.

— ¡Hades-sama!. — Su cerebro por fin reacciona y se da cuenta que se encontraba en el pecho del dios con una túnica suya.

— Quedémonos así un momento más.

Ya me parezco a mi padre, aparezco y desaparezco.
En fin especialito por qué me nació hacerlo quizás las demás historias tengan uno, tal vez.