𝐒𝐀𝐋𝐕𝐀𝐓𝐎𝐑𝐄 | sʜᴜ̄ᴍᴀᴛsᴜ ɴᴏ ᴠᴀʟϙᴜɪʀɪᴇ

⁰⁴. 𝔖𝔢𝔫𝔱𝔦𝔪𝔦𝔢𝔫𝔱𝔬𝔰 𝔳𝔢𝔯𝔡𝔞𝔡𝔢𝔯𝔬𝔰

Aquella escena estaba pintada en rojo, las arcadas invadieron a la menor de las valquirias pero se mantuvo firme ante su hermano.

Observo a su hermana y su expresión decayó, ella parecía estar peor.

La idea de mencionarle el Ragnarok, aterraba a Brunhild de una manera descomunal. El hombre que tenía enfrente no eran más que las cenizas de su antiguo chico.

Las sonrisas ya no eran más que promesas vacías, actualmente su hermano era un cascarón.

— Hay algo que debo decirte. — Por fin las palabras salieron de su boca en un hablar tembloroso. — Los humanos serán ejecutados.

— Ya veo. — Susurro en un tono melancólico que fue remplazado por una sonrisa. — Es una pena, algunos me agradaban.

— ¿Será lo único que dirás?

— ¿Qué quieres oír?.

La pequeña Goll se encoge en su lugar al ver a sus hermanos mayores ejecutarse con la mirada, ya no había sonrisas ni bromas, solo un recuerdo marcado de su existencia.

— Iniciamos el Ragnarok. — La mirada de Hikari se torno oscura y la sonrisa que tenía desapareció, la imagen frente a las valquirias era aterradora.

— ¿Han perdido alguna batalla?

— La primera. — Responde. — Fue Lubu en contra de Thor.

— Lubu, el desgraciado me caía bien. — Hablo para sí mismo apretando sus labios en línea recta. — Estoy seguro que su ejército fue detrás de él.

— Necesitamos tu ayuda, para ganar. — Exclamó con determinación la mayor. — Alguien con tus capacidades podría hacerle frente a los dioses.

— Me tomas en el mejor momento, hermana mayor. — Sus brazos se extendieron y la rodearon en un abrazo gentil. — Seré tu verdugo, llevaré tu espada. Tu solo debes decirme a quien mato primero.

Los ojos de Brunhild se abrieron con incredulidad, sus manos temblaron y rodearon el torso del más alto permitiéndose ser débil frente a él.

— ¿Quién fue la primera?. — Pregunto apretando el agarre en la valquiria.

— Randgriz. — Dijo en un hilo de voz y su corazón se retorcio.

— Lo siento por haber llegado tarde. — Sollozo. — No permitiré que ninguna se lastime o muera. Daré mi propia vida si es necesario.

Ahí estaba, su Kari, sencillamente era un ser herido por las injusticias pero seguía con ellas, apoyándolas apenas vivo y disculpándose por algo que no era manejable.

— Esta es la tercera vez que nos vemos, ¿verdad Goll?. — La menor asintió acercándose con timidez, permitiéndose transmitir un poco de calor a las manos frías de Hikari. — Estas más grande desde la última vez que te vi. Me he perdido muchas cosas de ustedes.

La mayor se cubría en el hombro del peliblanco evitando que vieran su rostro lleno de lágrimas.

— ¡Hermano mayor!. — La pequeña se lanzó a los brazos del valquiria llorando de forma desconsolada pero aferrándose a el. — ¡No vuelvas a mirarnos así! ¡Das miedo!

— Lo siento, medusita. — Se disculpó abrazando a sus queridas hermanas. — Nunca pasará de nuevo.

— Te pateare si lo haces.

— Me lo merecería. — Sonrió. — ¡Vamos a patearles el culo a los dioses!.

— ¡No seas mal hablado!. — Lo regaño la pequeña.

— Lo siento.

¡Sección: Preguntas!

— Hikari, si estuvieras en una habitación con Jack el destripador y Zeus y te dieran una pistola con dos balas ¿que harías?

— Le disparo dos veces a Zeus, estúpido decrépito.

Aquí esperando a que mi polola me responda por que necesito su aprobación para subir un nuevo capitulo de valquiria.

Ah pero lo más importante de todo ¡ya le dieron Power Up a mi gallo Itadori!

Vas a caer Gege.