HEATHER ─Quackity #2.

Capitulo X.

Heather perspective..

A la mañana siguiente desperté, fui hacia el baño a lavarme los dientes cuando salí del baño me percate de que Alexis ya no estaba.

Vi una nota en la mesa al lado del sillón que durmió.

Rápidamente la mire.

Tuve que irme temprano, pero me gustó mucho verte y escucharte, ¿Nos veremos después?

Reí pero la nota todavía seguía.

No quiero que digas que no, en realidad no era una opción enfermita, nos vemos otra vez después no me importa recorrer kilómetros para verte.

—Alexis(;

— Es un tonto.. — Reí negando.

Deje la nota en la mesa y note que las cobijas que le di a Alexis estaban muy dobladas y ordenadas listas para que las pusiera en su lugar al igual que la almohada que le presten.

— Y siempre tan ordenado.. — Sonreí.

(⁠~⁠￣⁠³⁠￣⁠)⁠~

Era el día siguiente camine saliendo de clase fue entonces cuando recibí una llamada, era Alexis claramente.

— ¿Hola?

"Uy no mi ja así no se saluda acá en los yunais estates." Me rei al escuchar su sentido del humor.

— ¿Ah no? ¿entonces como? — Dije curiosa.

"Se dice hola mi amor, ¿A qué horas sales por el pan?" Solté una carcajada ante eso.

Cruce la calle mientras reía.

— Siempre tan gracioso Alexis Maldonado. — Negué.

"¿Dónde estás ahora mismo?"

— ¿Por qué? — Murmuró.

"Solo dime dónde estás y ya."

— Estoy en ######.

"Perfecto, no te vayas a mover de ahí." Entonces colgó.

¿Ahora que planeaba Alexis?

Negué pero empeze a caminar ignorando lo que me había pedido, al cruzar una calle un carro se puso delante de mi.

— ¿Que demonios le pasa? — En inglés.

El coche pito, miró confundída mientras sigo molesta, la ventana del carro se bajó.

— Oh solo eres tu.. ¡Casi me da un infarto por tu culpa Alexis! — Dije ya en español.

— ¿Por mi culpa? Tu eres la pinchi dramática enferma. — Exclamó adentro de su coche.

— ¿Yo? En mi es entendible, pensé que me iba a secuestrar o algo peor, ¡Morir! — Dije de manera dramática.

— ¡Solo sube al carro sick! — Grita.

Negué entonces se bajó del carro.

— ¿Subirás o te subo yo? — Sonríe.

— No te atreverías, tengo derechos ¿sabes? No puedes obligarme. — Dije riendo.

— ¿Quieres ver que si? — Se rió.

— ¿Quieres ver que no? — Lo rete también.

El me miró y me tomo mi bolso.

— ¡Oye! ¿Que haces? — Exclamé.

— Me llevaré tu bolso ya que no quisiste venir conmigo.

Se subió a su carro mientras tenia en su espalda mi bolso, cuando se disponía a dar me puse frente al coche.