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Las calles de Hogsmeade estaban repletas de alumnos de Hogwarts que iban por todos lados.

—¿Donde quieres ir?— preguntó el chico de gafas.

—¿A las tres escobas? No se me acurre otro lugar, la verdad.

—Está bien, vamos. Veamos si no está tan repleto como para poder encontrar una mesa.

La rubia y el azabache se dirigieron a las tres escobas, una vez dentro vieron que habían varios alumnos, pero no tantos. Pudieron ubicar una mesa justo frente a una ventana, ambos se dirigieron a esa mesa y James fue a pedir lo que iban a beber.

—Ya volví, ¿me extrañaste?— El azabache apareció por detrás de ella, asustandola levemente.

—Ajá.

James tomó asiento frente a ella. Ambos estaban de manera lateral en la ventana, cualquier persona que pasara los podría ver.

—¿Te puedo hacer una pregunta?

—Por supuesto.

—¿Te caigo mal o algo?

—Para nada, ¿por qué?

—Es que por la manera en la que me tratas pareciera que si.

—No es eso, así trato a todos. No es nada personal.

—Ah, esta bien. No quisiera caerle mal a una chica tan hermosa como tú.

Betty se sonrojó levemente, solo James lo noto, ya que no le había sacado la mirada de encima ni una sola vez. El azabache sonrió para sus adentros.

—¿En serio crees que soy linda?

—Eres la chica más hermosa y perfecta que he conocido. Habló en serio.— James miraba fijamente esos hermosos ojos verdes esmeraldas de la chica, le encantaban esos ojos.

—Tú no estás tan mal, podrías mejorar. Pero no estás tan mal.

—¿Gracias?—cuestionó con algo de burla y confusión.

—De nada.—la rubia le dedico una sonrisa divertida.

James soltó un suspiro y siguieron hablando de temas triviales. Ya llevaban un buen rato en ese lugar, cuando cierta personita pasó por cierta ventana, donde pudo apreciar a dos personas riendo y charlando como si fueran así de unidos desde siempre.

Sirius entrecerro los ojos y siguió viendolos por un rato más, ¿estaban en una cita o algo?

Sirius, esto no te incumbe. Sigue con tú camino y ya.

Se recriminó mentalmente y siguió con su camino.

—Ya deberíamos irnos, ¿no crees? —preguntó Betty.

—Tienes razón, ya se nos hizo tarde. Vamos.

James le extendio su mano a Betty, quien la tomó y salieron de las tres escobas, para ir de nuevo a Hogwarts.

                                      [● ● ●]


—¿Qué tal estuvo la cita con James—preguntó Will.

—¿Cita? ¿De que hablas?— respondió la rubia.

—No era una cita, Will. Era una "reunión" de "capitanes de Quidditch", ¿verdad?— Marlene dijo, haciendo comillas con los dedos.

—Era exactamente eso, una reunión.— dijo con seguridad la ojiverde.

—¿Y hablaron de Quidditch?—cuestionó Will.

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