La vida es un puñado de polvo, se junta con el tiempo y se desvanece en cuestión de momentos.
- Hemos arribado, por favor pórtense bien y no me hagan renegar. – Pidió Azul.
Ambos niños quedaron en silencio viendo la hermosa entrada que poseía Ezafrus.
- Es preciosa…
- ¿Verdad que sí?
- Sí madre, es hermosa la entrada, pero, que son esas cosas pintadas en las paredes.
- Esas son mariposas, son insectos muy lindos.
- ¿De verdad madre?
- Claro Nicola, y cuando las veas en persona, muy probablemente te enamores.
- Me gustaría verlas…
- Seguramente las verás en este tiempo. – Afirmó Azul.
Cuando entraron no necesitaron absolutamente ningún documento, lo único que necesitaban era estar los tres juntos sin separarse para no perderse en medio de la ciudad.
Lo primero que hicieron fue ir a ver tiendas de ropa, había una increíble cantidad de distintos tipos de ropa; había elegantes, casuales, entre casa, mucama, meseros, etcétera.
Lo primero que hizo Azul fue comprarse ropa para salir, de esas ropas para destacar su cuerpo, lo segundo fue comprarle ropa a Eliz y tercero a Nicola.
Luego de eso, fueron a conseguir habitación en hoteles, cosa que consiguieron después de tres intentos.
Éste era un hotel compartido, es decir, se comparte una habitación espaciosa para varios hospedantes.
En este caso serían la familia de Azul y otra familia más.
Cuando anocheció, cenaron en un restaurante de la zona para no estar tan lejos del hotel a altas horas de la noche.
Llegaron al hotel y con la llave que le daban a cada familia para entrar a la habitación, entraron.
- No hagan tanto ruido que no sabemos si están durmiendo. – Avisó Azul, los chicos hicieron caso y trataron no hacer ruido.
Cuando entraron, las luces estaban prendidas y había una familia dentro.
- Ay, ¿Ustedes son nuestros compañeros de habitación? - Preguntó la mujer.
- Así es. – Respondió Azul tras cerrar la puerta.
Rápidamente al voltear pudo divisar a dos niños con ella, ambos parecían tener la misma edad de Nicola y parecían ser gemelos por su parecido. – Me llamo Azul y ellos son mis hijos, ella es Eliz y él es Nicola, mucho gusto. – Se presentó con un apretón de manos para acomodar las cosas en una cama libre.- El gusto es mío, yo me llamo Kerstin, ellos son mis hijos, Blaz y Zelig, son gemelos, por eso se parecen tanto.
Nicola se les quedó mirando de una forma extraña, Blaz notó eso y dio un paso al frente.
- Mucho gusto Nicola, ¿Quieres ser mi amigo?
Sin saber que responder, vio la mano estirada de Blaz esperando ser estrechada por la suya para conformar una nueva amistad, algo nuevo para él pero que sin duda, aceptaría.
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Endavant
FantasyNicola es un niño poseedor de una energía extinta hace miles de años, seres de otro espacio tiempo buscan ese poder para restaurar la antigua dictadura. Él junto a su nueva familia busca la manera de ser feliz sin saber todo lo que le espera.