Revenge

Seis

Hye se levantó, unos ruidos que parecían venir de la sala y luces que pasaban por su ventana fue el motivo por el cual despertaría a las dos de la madrugada.

Su más grande temor pareció cobrar vida al escuchar una ambulancia.

—Mierda. —Y con solo un par de medias que le llegaban hasta las rodillas y una camisa el doble de su tamaño color verde bajó corriendo. Se golpeó un par de veces en el transcurso y aunque le causara dolor no se comparó al ver a su hermano mayor en una camilla. Rostro pálido y labios morados, llevaba un suero inyectado a su brazo y sintió su vida terminar al ver como lo trataban de reanimar.

—No Hye... Detente. —Su padre la detuvo a solo unos pasos de la camilla en donde llevaban a Jimin.

—Que pasó? —Pregunto en medio del llanto.

—Parece que tomó más pastillas de las indicadas y... —Él señor Park no pudo terminar de decir aquello. Era más que evidente lo que había ocurrido.

—Iré con él padre, yo iré. —Otra vez la detuvo.

—Hye no es necesario yo iré. —Tomó del rostro a su pequeña hija. —Tienes que quedarte en casa y asegurar que todo esté en orden para cuando tu hermano vuelva ¿Si?

Hye lo que quería es estar con su hernano.

—Lo haré padre, yo esperaré. —Y sin más vio cómo montaban la camilla junto a su hermano, él señor Park también ingresó a la ambulancia.

¿Que es lo que llevó a Jimina hacer eso? Hye se culpaba, como no pudo notar el cambio drástico de su hermano mayor. Tan solo hubiera notado esas señales.

Hye llegó al punto de temblar después de tanto llorar. No quería que Jimin muriera.

Él teléfono sonó una, dos y tres veces.

—Que quiere?

—Hye soy yo, Jungkook.

—Jungkook! —Jeon escuchó a una Hye destrozada al otro lado de la línea telefónica.

—Hye estás bien? Algo paso? —Jeon trataba de sonar preocupado, pero la verdad es otra. Él se encontraba con una copa llena de vino y una sonrisa de satisfacción en su rostro.

—Mi hermano... Él está mal. —Hye no pudo continuar. Jeon guardó cilencio por unos segundos solo escuchando los sollozos de Hye.

¿Que culpa tenía esa muchacha?

—De seguro no es nada grave, y mañana estará bien.

—Tu no entiendes Jungkook... Él tomó más medicamento de los indicados...

—Se trató de suicidar? —Hye enseguida lo negó.

—Mi hermano no haría eso! De seguro fue un descuido, conozco a Jimin él no lo no haría.

—Las personas con trastorno de personalidad suelen ser impredecibles, Hye. Nunca se sabe...

—Trastorno de personalidad... —Hye guardó silencio. —Como sabes eso? Yo no te he dicho nada...

—Solo lo supuse Hye, es todo. —Dijo con calma.

Jeon se levanto y miro frente a él, el retrato de su hermana. Saco de su bolsillo un pequeño frasco de pastillas y lo miro con atención.

Mientras Hye seguía hablándole él solo podía pensar en una sola cosa. El comienzo de su venganza.

Su sonrisa fue de satisfacción. Jimin no moriría esa noche, Jeon Jungkook estaba seguro de ello.

—Te veré mañana Hye. —Con eso tan simple colgó y a pasos rápidos se dirigió al bote de basura y se deshizo de las pastillas. —Es tu turno Jimin, es hora que sientas el infierno arder.

...

Desaparecida pero volveré a actualizar, trataré de hacerlo los fines de semana.