→Día 30 OTP challenge (libro en mi perfil)
Cuando amas a alguien vives poniendo tu amor a prueba... Regalos, actos, palabras... Todo aquello por demostrar que sigue siendo firme como el primer día, pero las palabras "por siempre" o "hasta la muerte"...
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El sonido del mechero resonó un par de veces antes de que el español se diera por vencido, dejando caer este con cierta irá sobre las baldosas del suelo, aún teniendo el cigarillo apagado entre sus labios.
Portugal rebusco en su chaqueta y sacó su mechero, pasándoselo al menor quien lo acepto y encendió el cigarro.
Tras aquella pelea hubo un intervalo sin importancia que llevo a acabar ambos gemelos en un balcón cualquier con más tragos de los recomendados en el cuerpo. Habían salido de forma imprevista a tomarse unas copas por lo que Portugal tuvo que dejarle la ropa a su hermano quién tras beberse hasta el agua de los floreros empezó a fumar en un balcón donde apenas habían algunos jóvenes.
- Ese capullo... ¡Mira que soltar de golpe aquello! ¡Mis hijos están criados con lo que de verdad se necesita! ¡No esas mierdas de si piano si política con 10 años!
El pelirrojo se tuvo que apoyar entre la barandilla y Portugal para evitar caer al suelo, llevaba quejándose de aquella pelea demasiado tiempo y de vez en cuando murmuraba cosas sin sentido, pero no podía irse sin más.
- Deberíamos volver ya al hotel... Seguro UK esta preocupado por ti... - Aquellas palabras resonaron en la mente del castellano quien solo resoplaba y daba caladas al cigarillo.
- No quiero verle la cara a ese pijo de mierda... ¡Que me a dicho que soy mal padre! Portugal, ¿Tú piensas que soy mal padre? - Se giró a ver a su hermano, poniendo ojitos de cachorro ante él.
- . . . A ver - Aquellas dos palabras hicieron romper en llanto al menor - ¡No, no, no! ¡Eres muy buen padre! Aishhh, venga porfavor... Que tengo sueño, vamos a casa a dormir...
Las quejas siguieron un poco más, ninguno de los dos notó lo que estaba pasando hasta que unas voces resonaron detras suya, girándose a ver a dos jóvenes chicas que los miraban entre sonrisas.
- Disculpen... ¿Podemos invitarlos a una cosa?
"OhNo, esto ahora no..." Pensó Portugal, acomodándose en su sitio y viendo a ambas alemanas. Sabían lo que pasaría y como funcionaban aquellas peticiones. Claramente todo es válido cuando estás de fiesta. Pero ahora mismo no estaba el humor como para ser invitados a unas copas. Sus pensamientos de cómo rechazar de forma educada a las chicas fueron interrumpidos al ver a su hermano, mas borracho que cualquier presente, sonreir de una forma que ambos sabían cómo acabaría.
Ante cualquier cosa el portugués le agarró del brazo y tiro de él.
- Lo siento chicas, el es casado y yo gay.
Tras aquellas palabras tiro del menor fuera del local.
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