El Príncipe Y La Rosa Dispuesta ⁺²¹

4. VOLVER POR TU AMOR

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—Adelante —el alfa dio la autorización.

—Señor —el hombre entró a la habitación e hizo una reverencia.

—Dime, ¿ya lo mataron? —este soltó una carcajada junto con el otro alfa. 

—Vamos Ning, aunque sea dale un poco de crédito, al menos lo intentó —Mu dijo a lo que ambos rieron.

—Ya dime ¿qué pasó? ¿Lo mataron o qué? —Ning miró nuevamente al hombre que mantenía silencio.

—Bueno señor sobre eso, el joven Yi ha derrotado a cuarenta y seis de sus pretendientes, y la mafia Wang lo ha reclamado como su futuro líder, siendo el segundo hijo del matrimonio, Cong su ahora prometido.

Las sonrisas de los alfas se borraron instantáneamente.

—¿Q-qué acabas de decir? —Ning se levantó de su asiento. 

—¡¿Los Wang?! —Mu preguntó incrédulo.

—Sí…

—...

—...

—¡Joven amo por fin se ha despertado! —las betas que estaban en su habitación sonrieron sintiendo inmensa felicidad.

Qiang intentó sentarse pero sintió todo su cuerpo doler aunque no duró mucho y pudo hacerlo.

—¿Qué hora es? —preguntó poniendo sus manos en su cara con confusión.

—Son las nueve de la mañana, joven amo, nos alegra mucho que haya despertado, ¡ha estado inconsciente por tres días! Afortunadamente el amo ha sido muy- —la otra beta interrumpió dándole un pequeño golpe en el hombro. 

—Cállate. —susurró entre dientes.

—Verá joven amo, ah… usted tuvo algunas consecuencias de salud debido al duelo, peleó demasiado y sin descanso —le sonrió.

—¿Dónde estoy? —preguntó quitando las manos de su rostro viendo que no era su habitación en donde se encontraba.

—...

—...

El ruido de la puerta abriéndose y cerrándose al instante hizo que las empleadas voltearan, mas Qiang seguía con un gran revuelo en su cabeza.

—Joven amo. —el mayordomo hizo una reverencia y esta vez finalmente entró.

Qiang bajó la mirada sin comprender nada y tratando de recordar al menos algo, pero es que su mente estaba en blanco en ese instante, no sabía absolutamente nada, no sabía el por qué estaba allí, no sabía quienes eran esas betas, ese mayordomo, ¡esa habitación!

—Salgan. —el mayordomo ordenó y las betas se retiraron sin antes hacer una reverencia.

—Joven amo-

—¿Trabajas para los Yi? —interrumpió.

—...

El mayordomo negó.

—¿Entonces por qué me sigues llamando joven amo? ¿Por qué ellas lo hicieron también? —levantó la mirada viéndole.

—Joven amo, el que haya despertado es una gran noticia, pues hoy las señoras Yi vendrán y debido a que ya está despierto podemos realizar la cena para que puedan hablar sobre algunos asuntos, claro el asistir depende de usted, si no asiste podemos hacer la cena otro día, el amo no quiere que se esfuerce.