El Príncipe Y La Rosa Dispuesta ⁺²¹

6. LLÉVAME CONTIGO

—Vámonos, amo.

Qiang levantó un poco su rostro para verle, a lo que Huang continuó.

—Vámonos lejos de aquí, donde ya no tenga que pasar por este tipo de cosas, venga conmigo. 

Qiang le miró buscando en su mirada alguna mentira, pero todo en él era sincero.

—Huang... no importa dónde vayamos, ellos nos encontrarán, y tu muerte me matará a mí...

Si huía con el alfa, los encontrarían y matarían a Huang por traición, y él no podría vivir con esa culpa, no quería involucrarlo más.

—Joven amo-

—Todo acabará tarde o temprano Huang, y seré libre. 

Parecía aún tener esperanzas.

—Y debes de prometerme, que cuando ese momento llegue, tú estarás presente. 

—...

Huang no tuvo palabras y en cambio solo asintió con una sonrisa demasiado leve pero la cual el omega pudo ver, por lo cual también sonrió.

—Huang... —el omega abrió los ojos tras pronunciar su nombre.

Wang Cong levantó la mirada viendo a Qiang con ojos húmedos, el cual lentamente miró a su dirección y pareció asustarse de inmediato.

Su respiración se volvió pesada y sus lágrimas empezaron a salir sin parar.

Como era de esperarse Wang Cong se alarmó al instante, pues este parecía tenerle un terror inmenso a su presencia.

Pero él supo el porqué...

Su corazón había guardado la esperanza de que la mente de Qiang no reaccionara de esa forma, pero ahora se había dado cuenta, que la reacción había sido tal y como su mente había predicho...

Qiang estaba fuera de sí, ahora no podía estar en presencia de una raza activa sin que el miedo lo invadiera, porque el trauma ya estaba plantado en él.

No lo soportaba, no soportaba la presencia de un alfa, pero aún así, cuando despertó lo primero que sus labios pronunciaron fue el nombre de uno.

Huang Bao...

—Su cuerpo está muy dañado, necesita un corazón con urgencia, y no hay donantes compatibles.

—Soy compatible.

Wang Cong y los demás doctores lo miraron sin esperar sus palabras, pues este había llegado recién con Arthur debido a que fue quien avisó de la desaparición.

Wang Cong tenía entendido que este era el guardaespaldas personal de su prometido desde hace años, y por lo que sus hombres pudieron investigar este tenía una buena relación con Qiang, por lo que en cuanto esas palabras salieron de la boca de aquel hombre Wang Cong rechazó totalmente la idea de que pudiera donar su corazón, aunque aún se debía de ver si era verdad, pero si lo fuera, sería demasiado riesgoso, esto debido a que él como doctor pero también como alguien que sabía mucho de la raza a la que Qiang pertenecía, tenía casi seguro que la muerte del guardaespaldas podría afectar mucho a Qiang, y generaría que su raza lo lastimara más.

Realmente no quería eso, pero el tiempo estaba corriendo, y no encontraban compatibilidad.

—Buscaremos salidas. No eres el más adecuado para donar el corazón y lo sabes.

—Sé que quiero con vida a mi amo. 

Wang Cong lo miró a los ojos y supo que este estaba desesperado aunque no quisiera darlo a demostrar.