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Polvo de estrellas - Assassination classroom

En un principio todo era oscuridad, no se podía ver nada pero se podía escuchar un ruido estático. aunque sigue sin verse nada. El alien se estira y bosteza "agh qué día tan aburrido" dice somnoliento y sale de su contenedor, un cerebro humano. Curiosea un poco y se encuentra con un enorme monitor, estira su mano que deja caer algunos brillitos en forma de estrellas coloridas, presiona un misterioso botón y frente a él aparece un logo y después una pantalla de inicio con distintos iconos. toma el mouse y arrastra su mano hasta el llamado internet. Clic y aparece un buscador, sin saber cómo, termina escribiendo cosas para su mero entretenimiento.

"Wow esto es asombroso" dice en voz alta mientras continúa explorando . Internet resulta una enorme fuente de entretenimiento para el alien, quien se la pasa horas y horas viendo diferentes páginas; comida, videojuegos, chismes etc. Hasta que en un momento se siente ligeramente observado y voltea a ver abriendo los ojos con gran sorpresa, Ryu así se llama nuestro amigo alien voltea y puede ver a un chico pelirrojo que lo está observando con una sonrisa inquietante

-Hey tu ¿Te estás divirtiendo?- el chico mira a el pequeño alien navegar entre diferentes ventanas dentro del computador . Este chico era de un color azul por así decirlo, era un holograma y ahora juzgaba la diversión del alien. Aunque Ryu no sabía que él era un holograma

-Quién eres tú - responde con curiosidad Ryu quien había dejado de jugar en el ordenador y ahora solo estaba concentrado viéndolo.

El chico ríe y le lanza una mirada un tanto inexpresiva

-Me llamo Akabane Karma, soy el único que tiene la autoridad aquí- sentencia sin dejar de estudiar al alien. Ryu se acerca más al chico y toma un tamaño medianamente grande

-Ryu, soy un alien cambia forma - dice dedicándole una enorme sonrisa rápidamente volviendo a lo suyo. Karma no deja de molestarlo y de recordarle que es un flojo parásito que solo busca satisfacción personal. Esto eventualmente molesta a él chico y lo confronta

- Deja de molestarme Karma, no te he hecho nada. Tengo derecho a divertirme- era notorio el cansancio y molestia de ryu pero no iba a dejarse intimidar tan fácil por el otro chico

Karma, el chico pelirrojo no tarda en responder y seguirse burlando.

-Eres solo un parásito Ryu, deberías volver a tu antigua habitación - las mejillas del Ryu están por explotar de molestia y decide ignorarlo. Pero karma no se iba a detener solo porque él estuviera tratando de ignorarlo al contrario eso solo hacía que su deseo por fastidiarlo creciera más, continúa fastidiando- mira en todas las cosas en las que pierdes el tiempo. Es que acaso no te das cuenta de que eres solo un estorbo

Ryu no puede soportar que lo sigan insultando y toma al grosero de Karma y atraviesan juntos el techo del cuarto y lo lleva hasta el espacio sideral. El mira todo con una satisfacción y piensa "por fin todo terminará y podré volver a ver dibujos tranquilos" pero sorpresivamente karma no parece ahogarse o tener pulsaciones ¿Ya estaba muerto?.

-Hey porque no te sucede nada - protesta Ryu molesto mientras el chico llamado karma se ríe suavemente y comienza a burlarse

-Veo que ahora estás rojo y tus pulsaciones van más de lo normal -dice mientras se acerca a él y este en respuesta le arroja un poco de polvo de estrellas, el chico se ríe ya que esto le parece sumamente tierno

Ryu respira profundo y le da una estrella para que regrese a la tierra sano y salvo. Pasan algunos días y Ryu durante este tiempo comienza a lanzar polvo de estrellas a la tierra con la finalidad de que Karma le hiciera caso y así fue , el chico le mandó una nota a Ryu. en esa carta decía:

Hey hey me encantó la estrella que me diste, definitivamente debes volver a la tierra.

Ryu sonríe al recibir está carta y piensa "ojalá algún día me visites, tu compañía no es tan mala". Después de todo, apenas estaba aprendiendo a descubrir sus sentimientos fuera de su contenedor tal y como una persona individual.

Así el pequeño alien se quedó esperando a karma todos los días pues había aprendido a valorar su compañía

FIN