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Día lluvioso.
Los relámpagos sonaban con frecuencia, sonoros y que te pueden dar un infarto si no te preparabas cuando sucedían.
Hobie expulsó de sus pulmones el humo del cigarrillo del cual fumaba, estaba en el balcón bajo el techito que este mismo tenia, veía la lluvia caer como cátaras y habia niebla, lo cual se dificultaba el ver la ciudad de Nueva York. La luz se habia cortado por la tormenta, no sabía cuando volvería pero no le molestaba en realidad.
Tiró el cigarrillo cuando lo termino de fumar, girando su cuerpo sobre sus talones y ver a su novia en ropa interior acurrucada de espaldas en la cama, abrazando parte de las cobijas como un koala a un árbol. Bufó con una leve sonrisa, acercándose a ella por detrás y abrazarla.
– Nena... Susurró, su voz lo más dulce posible apesar de ser grave y áspera.
– ¿Hmm..? (T/n) estaba somnolienta, solía dormirse hasta tarde si es que no tenia ningún plan importante, la brisa fría de la lluvia entraba por la puerta del balcón abierto chocando contra los cuerpos adolescentes semi-desnudos.
– Son las 11 AM, deberías despertar. Besó el cuello de su menor, acariciando sus caderas.
– Hmm..~ Nah. Se acurrucó más contra la cobija que abrazaba, Hobie soltó una leve risita mientras se recostaba correctamente en la mirando el techo.
– ¿Sabes qué te amo, no? Luego de un breve silencio, él volvió a hablar.
– Mhm..~ Su voz estaba cansada y escuchaba a medias a Hobie.
– ¿Tu me amas?
Esa pregunta hizo que la fémina abriera un poco sus ojos, lenta y perezosamente, giró su cuerpo hasta quedar sobre el más alto, abrazándolo y apoyando su cabeza contra el pecho masculino.
– Sabes que daría mi vida por ti. Logró murmurar, la voz femenina era un poco más ronca esta vez por haber despertado de su siesta pero igualmente a Hobie le parecia adorable.
Brown sintió sus mejillas enrojecer un poco, abrazó a la más baja y la hizo acostarse a su lado y se acurrucó contra ella. Su rostro oculto entre los senos de su novia, sus brazos abrazándola y teniéndola cerca, mientras que la fémina abrazaba a Hobie envolviendo sus piernas alrededor de la cintura del mismo y sus brazos por encima del cuello ocultando su rostro entre la melena afro de su novio.
– Hueles a cigarrillo. Murmuró contra el cabello ajeno. Escuchó una risa leve por parte del británico, ambos cuerpos juntos contra el otro y disfrutando la compañía del otro.
– Te amo.
– Yo igual...
La pareja decidió tomar otra siesta, sintiendo la brisa fría del día lluvioso contra sus cuerpos pero se sentía refrescante para ambos. Aspiraron el aroma del otro, sintiéndose cómodos entre ellos y nadie más. Compartieron unos cuantos besitos amorosos antes de volver a acurrarse más cerca y cerrar sus ojos, listos para volver a dormir.
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Uno cortito que me salió de la imaginación antes de casi quedarme mimida, se que esta narrado para el culo casi pero bueno-, salió de mi cabeza de golpe y aquí esta. Disfruten
