Resumen: La poderosa hija de Poseidon, la General, termina en un mundo con otros dioses, muchos interesados en aquella hija de las aguas tan parecida al Tirano de los Mares, Poseidon.
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"Some legends are told
Some turn to dust or to gold
But you will remember me
Remember me for centuries
And just one mistake
Is all it will take
We'll go down in history
Remember me for centuries"-Centuries; Fall Out Boy
—¡Griegos! —la voz cantarina de Loki interrumpio la privada reunión que los dioses Olímpicos.—¿Se puede saber que haces aquí, Loki? —la autoritaria voz de Hades interrumpio el baile del Dios de pelo verde.
—¡Les traigo una sorpresa! ¡Una sorpresa especial para Poseidon! —rio con malicia.
—¿Que acabas de decir, escoria? —la fria y gruesa voz de Poseidon casi mata a Loki, quien aun con una sonrisa, no pudo evitar sentir un escalofrío de miedo. Poseidon no era un dios con el que se pueda jugar.
—¡Que entre! —grito, levantando sus manos hacia la puerta en forma de presentación.
Los dioses Olimpicos miraron con aburrimiento, queriendo hacer nada mas que no sea botar a Loki. El dios de las mentiras podía ser un dramático que le gustaba joder con todos, hasta que alguien lo detuviera.
—No se atrevan a poner sus manos sobre mi o les arrancare la cabeza. —la fria y suave voz femenina se escucho desde afuera, causando algo de curiosidad.
Se escucho el caminar de tacones, y en pocos segundos, la masiva puerta dorada se volvio a abrir, dejando entrar a una hermosa joven de unos veinte años con una belleza que nada le tenia que envidiar a la mismisima Afrodita.
Su caminar era seguro y elegante, como una depredador observando a su presa. Era una mujer alta, hermosa y esbelta con un largisimo cabello azul, acompañado con ojos del mismo color que brillaban con frialdad y sed de sangre. Tenia una piel puramente blanca, como si no hubiera estado bajo el sol por años. Vestía con un estilo militar, botas grises con tacón que le llegaban a la mitad de sus muslos. Su vestido del mismo color que las botas era de manga larga, con una corta falda y sus botones abiertos, mostrando algo de sus grandes pechos, alrededor de su cuello descansaba una hermosa bufanda azul. En su cabeza descansaba un una gorra con el símbolo de un tridente.
La joven de una gran belleza se detuvo frente a ellos, un poco más adelante de Loki, murándolos con total frialdad y aburrimiento. Sus manos en su cintura como si fueran ellos los que entraron en su territorio.
Los dioses de enderezaron, curioso y confundidos. La mujer no solo era hermosa, pero era interesante porque podían ver como la joven tenía un aura divina. Su aura era muy parecida, si no identifica, a la de Poseidon. Un aura poderosa y tormentosa como el océano, con sed de sangre y un hambre por la guerra. Por sobre todo, su aura, aunque divina, era también algo mortal. La joven era inmortal, pero tambien tenia una leve mortalidad. Les recordaba a las Valquirias.
—¿Se puede saber quien es esta hermosa mujer? —pregunto Zeus, casi derramando baba y causando que la joven de cabello azul lo mirara con disgusto.
—¡Les presento a Deianeira, la hija de Poseidon! —grito Loki.
El silencio reino por unos segundos, antes de que la sala fuera inundada por el aura llena de furia de Poseidon.
—¿Quien demonios crees que eres, maldita escoria? ¿Acaso quieres que te asesine? ¡Jamas me he acostado con un mortal, mucho menos tener un hijo! —la mirada llena de sangre del Tirano de los Mares fue suficiente para mandar a Loki de rodillas y casi a otros Olimpicos.
Nadie ignoro el hecho de que la joven no hizo más que cruzar sus brazos debajo de sus pechos en señal de aburrimiento.
—Es su hija, Señor Poseidon. Tiene su aura y sus poderes. —respondio con temblor. Se maldijo asi mismo por querer pasarse de listo con Poseidon.
—¿Quien demonios eres tú? —gruño Poseidon, su mirada no se movio, pero era tanto su enojo, que casi decide observar a aquella mujer de largos cabellos azules a los ojos.
—Soy Deianeira Jackson, General de Atlántida. —la fria voz de la mujer causo más silencio.
—¿Que demonios? —susurro Apolo confundido. La hermosa joven no mentía, pero tampoco Poseidon estaba mintiendo.
—No se como llegue aquí, pero espero que alguien pueda regresarme antes de que cabezas comencen a rodar. —sentenció, y nadie entendió como es que Deianeira no era la hija del tirano.
—¿De donde vienes? Necesitamos saberlo para ayudarte. —como siempre, Hades sirvio como manta tranquila, trayendo orden y causando que Poseidon retirará su aura.
—Estaba en New York, Estados Unidos. Estaba durmiendo y termine aqui. —suspiro cansada.— Necesito volver.
Era volver o tener a un iracundo Poseidon. Como General de Atlántida, Deianeira 'Day' Jackson, era la mano derecha de su padre y quien mantenía el océano al orden, incluso sobre Tritón. Su poder era grande y amenazante, causando miedo entre los dioses y semidioses. Y ahora, con los Primordiales osando alzarse contra ellos, su prescencia era necesitada. Su poderío era necesitado en el Olimpo.
—¿Vienes del mundo mortal? —pregunto Afrodita, entrecerrando sus bonitos ojos dorados. La mirada que Day le dirigió, fue suficiente para hacerla callar.
—Esta mas que claro que vengo del mundo mortal. Jamas me han visto y jamas los he visto. Necesito regresar.
—Necesitamos tiempo para investigar esto, Deianeira. Por el momento, te quedarás con tu padre, Poseidon. —ordeno Hades, ignorando la mirada de muerte de su hermano menor.
La furia de la joven inmortal fue suficiente para que todos la sintieran, igual de poderosa y profunda que Poseidon.
—¿Quienes son ustedes para detenerme? —pregunto la General con burla, sus ojos tomando un brillo sediento.
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Los Mundos Alternos de Percy Jackson
Short Story"Los débiles están destinados a yacer bajo las botas de los fuertes. Si eso te enoja, supera tus déficits."