12. Perdiendo la mente.

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La noche era preciosa, las estrellas caían sobre el cielo salpicadas una por una, la luna llena estaba tan preciosa que si Tae estiraba la mano parecía que la podía tocar, se entretuvo en el paisaje y a manera de ignorar a Jungkook el castaño ocupó la ventana del avión como distracción, y al azabache menos le importaba o así aparentaba, una pequeña sensación de desagrado arribó su pecho, muy pequeña pero quería atención.

Quería la atención del bonito castaño de rizos disparejos frente a él.

"¿Qué ocurrirá si se enteran que les contaste una mentira?, Tae habló de repente sacando de sus pensamientos a Kook, aun sin despegar su atención de la ventana.

"Estaban borrachos" se encogió de hombros al mismo tiempo que bajaba su mano acomodando ambas en los antebrazos del asiento. "mañana no se acordaran de nada."

facilitó, ganándose un pequeño asentimiento de la cabeza contraria junto con un tarareo.

Taehyung dejó caer su mentón, se recargo sobre la palma de su mano y pronto sus ojos comenzaron a pesarle, entre suaves y despacios parpadeos todo se volvio negro tan pronto se dejo envolver en el cansancio. Cuando Jungkook se percató de esto lo miró tan atento y callado, en secreto desenvolvió su saco y lo puso sobre sus hombros, abrazándolo un poco más.

De vuelta a Daejeon, Jungkook tuvo un poco de pena por despertar a Tae, suavemente toco su hombro logrando moverlo "Hey" murmuró contra la cara de Tae, "Despierta ya" volvió a mover, pero un duro dormilón se rehusaba a dejar su sueño.

"Mhm!" se movió un poco, ocultando su rostro se reclinó sobre la mano de jungkook, un bullicio distrajo al azabache fijando su mirada más allá afuera de la pista que se suponía que era privada repleta de flashes y reporteros, Jungkook quito su mano y su abrigo de el cuerpo de Tae, espantando al dormilón por el ajetreo rápido despertando finalmente. "¿que?" tallo con delicadeza sus ojos, estirándose como un pequeño gatito quitándose el cinturón de seguridad del asiento. "¿Llegamos?" se levantó perezoso tomando sus cosas, apenas se desplazaba de su sueño tanto que no se daba cuenta del serio azabache recargado a un asiento de su lado contrario.

"Si, llegamos pero..." sacó la cabeza de su celular, explotando en pequeñas vibraciones lleno de mensajes y noticias candentes de él, al parecer no estaban tan borrachos como lo afirmaba Jungkook, y si lo estaban se olvidó que la gente en estos días sacaba fotos de todo. Olvido ese pequeño e inutil dato, ahora una foto de ambos en la playa estaba retratada en cada página de noticias web, y muchos tweets con una mención especial de ser "los prometidos del año". Prefirió no avisarle a la explosiva persona que estaba esperando a que abrieran la puerta.

Apenas el castaño arribo las escaleras de bajada fue intervenido por un montón de cámaras, preguntando bastantes incoherencias, y casi todas al mismo tiempo que Tae ni siquiera podía percibir que es lo que preguntaban, sin embargo estaba tan asustado y sacado de órbita, nunca había vivido una escena así, y nunca nadie había robado tanto su espacio personal como esa noche.

A cada paso que daba un micrófono se acercaba a su barbilla, se sintió desorientado por las luces, ni siquiera sabía a dónde abrirse un paso hasta que una voz ronca y profunda sonó detrás de él, "No hay comentarios", tan efímera como escalofriante, tan distinta a como se había acostumbrado Tae a escucharla, incluso por un momento se planteó que ni siquiera era la voz de él, de no ser porque seguido a eso una grande mano tocó con firmeza su cadera, guiandolo en el camino. Tae miro a Jungkook, de nuevo ahí estaba el hombre de cara dura y una mandíbula tan afilada, mirando al frente con un gran caparazón delante de él.

"Love is in the air"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora