10. Sé mi prometido.

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La noche era atrayente, el agradable clima fresco, las olas sonando por todo el lugar y la bonita calle principal pondría contentos a quien fuera, excepto a una persona, justo ahora

Taehyung caminaba furioso cuesta abajo por la bonita banqueta adornada de piedras pequeñas pegadas al piso, Y detrás de él en un Audi RS que avanzaba a una verdadera velocidad baja, se encontraba el azabache con todo su vidrio abajo. “¡Ahí estás!” vociferó Jungkook creando un estado de alerta en el castaño, quien seguía su camino molesto y sin pensamientos de parar su andar.

“No me lo puedo creer” Tae alzó la voz, quejándose al propósito en público sabiendo que ahora lo escuchaba el azabache “¡ese tipo no tiene vergüenza!” pisoteó el suelo, “¡como se atreve!”

“Te buscaba desde hace rato”, interrumpió Jungkook la rabieta extraña.

“¿Y si vamos al registro civil?” giró su mentón observando al azabache “a ver si tienen constancia de nuestra relación.” escupió sarcástico.

“Sube al coche, por favor” su voz se suavizó mientras pedía con esmero, ciertamente estaba harto de tener que aguantar a ese hombre caprichoso.

“No, puedo solo.” Taehyung apresuró su camino, y se apresuró más cuando escuchó la puerta de un coche ser cerrada, pronto sus intentos fallaron pues un hombre musculoso le pisaba casi los talones y lo tomaba del brazo.

“Deja de ser malcriado, ya es muy tarde.” intentó reprender a Tae pero el brazo que sostenía fue más hábil, saliéndose de su agarre. Y aunque Tae le hubiera seguido el juego por mera amabilidad, aun no podía comprender porque el tipo hacía todo a su antojo y eso le terminó de confirmar las expectativas que ya le tenía sentenciadas a Kook desde la cancelación de su beca, odioso rico, y ahora era un mentiroso, manipulador. 

“¿Yo el malcriado?” se giró para encararlo, “ahora les dijiste a tus amigos que estamos prometidos.”  

“No quería meterte en esto, pero no es para tanto” le resto importancia. “¿quieres subir ya al coche?” señaló con obviedad, Tae lo miro y más molesto que nunca se giró sobre sus pies, en su paso apresurado comenzó a trotar percatandose de esto, hasta darse cuenta que estaba en la playa de nuevo, sus pies pararon en la orilla y su boca se abrió permitiendo calmar su agitación. Sus bonitos ojos color avellana apreciaron las olas, el ruido que ahora lo invadía de alguna manera lo tranquilizaba tanto que optó por sentarse justo en la arena, quito sus sus zapatos y dejó que el agua cálida tocara su piel. Mientras el agua jugaba en su vaivén característico, unas voces rondaron la cabeza de Tae.

“Mi bonito copito”, su madre llamó.

“¡Tae!, sal del closet, sal de ahí”, su abuela gritó.

“¡Todo fue su culpa!, ni siquiera estaba a nuestra altura”, de nuevo su abuela le reprochaba a su abuelo.

“Estarás bien, ángel”, susurraba su tía una y otra vez.

“Has perdido tu beca, lo siento”, su maestro dictó.

“Por favor necesito ver a Jeon Jungkook”, Tae suplicó.

“Lo sentimos, no podemos arreglar más, debes empezar de nuevo”, la secretaria académica le negó chances. 

Se sentía como un torbellino de emociones que lo llevaba y lo arrastraba, mientras todas las voces se repetían una y otra vez, una nueva apareció.

“Debe de haber un error”

“¡¿Un robot?!”

“Mi fresita”

"Love is in the air"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora