11. El encuentro destinado. YM

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La mañana pesaba sobre los hombros de Jimin, parecía que las horas de desvelo anteriores le estaban cobrando factura, tenía una desagradable sensación en sus pies, sus tobillos dolían y parte de su talón de aquiles le ardía constantemente.

"Joven Jimin, tiene una reunión en 30 minutos y después de eso debe ir a una consultoría al Tsuya Hotel" una agradable y varonil voz lo sacó de sus pensamientos. "¿debo pedir un taxi?"

El rubio por un momento se quedó en silencio, su cabeza se hundió sobre sus hombros hasta caer a la desordenada fila de papeles que se supone revisaba. Cerró los ojos con una escasa esperanza de desaparecer.

"Se que estas ahi, Jimin" consto de nuevo el hombre, al parecer ya estaba acostumbrado a que su jefe "desapareciera" solo mentalmente.

"Ya oí, ya mismo salgo, saca copias por favor." perezoso estiró su mano hacia el botón titilando del teléfono fijo y presiono cortando la comunicación. "Solo un día más, un día más." Susurro llamándose así mismo, su mano viajó hacia su gaveta superior derecha buscando alguna curita, tomó dos de ellos y los acomodo en la parte trasera de sus lastimados y luyidos tobillos.

Entre suspiros pesados acomodo su cabello rubio y tomó su abrigo blanco, mirándose por última vez los zapatos, jalo de su escritorio el bonito bolso amarillo pastel con su mini laptop adentro. Ni siquiera pudo tomar la manilla de la puerta cuando su asistente aparecía con unos sobres manilas dejándolos en su mano libre. "Suerte"

Justo a tiempo el auto había llegado,aunque este era un lujoso auto que desconcertó al rubio. Ignorando la advertencia siguió su camino mientras se dispuso a acomodar su abrigo, Jimin tocó la manija al mismo tiempo que una pálida mano la empujaba, unos ojos gatunos se quedaron observando a Jimin el olor floral lo había dejado estático sin una explicación.

Los ojos del rubio delinearon todo el brazo, el mentón y la cabellera recogida. Y quizá se hubiera quedado a analizarlo más tiempo hasta que recordó la prisa y el dolor que tenía en los pies. "Lo siento pero no pedí un taxi compartido" deliberadamente ignoró al chico frente suyo dirigiéndose al conductor del coche.

"Lo siento señor, usted se-" El chofer más confundido que el mismo Yoongi intentó explicar la situación, el coche que abrió Jimin ni siquiera era un taxi compartido, pero estaba tan apurado que una vez más decidió ignorar las alertas cuando su reloj sonó. "No importa muévete", el pálido chico frunció las cejas y ladeo el rostro al mismo tiempo que alzaba el mentón con un matiz confundido, y como si Jimin le leyera la mente abultó sus mejillas reteniendo un pequeño suspiro, "Al otro asiento, compartiré el taxi, pero mi destino primero."

Como si fuese una orden el pelinegro la obedeció, saltando la separación de los portavasos de los asientos al mismo tiempo Jimin se metió a los asientos cerrando la puerta detrás de él. "Apresúrate al sky road, por favor", el chofer miró con atención al castaño quien asiente en pequeña afirmación la suficiente para que el chofer pusiera en marcha el automóvil hacia la plaza comercial.

Un impaciente Jimin golpeaba su suela contra el suelo del auto, mirando constantemente al camino, estaba nervioso y harto del dolor que le provocan las esquinas de sus caros pero incómodos zapatos. Odiaba los días así, no se podía vestir como él mismo e incluso sus mismos zapatos le eran impuestos por su madre por esa razón hoy se sentía tan nervioso, incómodo y molesto.

A su lado un curioso pálido no dejaba de observar ,se sentía tan atraído a él que de alguna manera no podía quitar la mirada. No era la impaciente pierna, o los boludos labios, ni siquiera la cabellera rubia que se veía suave, un recuerdo volvió a su mente, un vago y encantador recuerdo que dio pauta para que Yoon le diera permiso a Jimin de subir al auto, recordaba a este chico en algún lugar lo vio, no sabía donde pero en cualquier lugar reconocería esos lindos ojos azules. Y además solo le divertía la situación o de eso se convenció.

"Love is in the air"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora