Edward Cullen, inmerso en la oscuridad de la noche, observaba en silencio desde la distancia mientras Aurora se adentraba en el bosque. Sus ojos dorados seguían cada uno de sus movimientos, y sus sentidos sobrenaturales le permitían captar hasta el más mínimo detalle de su presencia. Se mantenía oculto entre las sombras de los árboles, consciente de que ella no tenía idea de que estaba siendo observada.
Para Edward, la curiosidad que había sentido desde el primer momento en que vio a Aurora en Forks se había convertido en una obsesión silenciosa. No podía evitar sentirse atraído por esta joven científica con ojos llenos de curiosidad y una belleza natural. Había algo en ella que le resultaba profundamente intrigante.
A medida que Aurora avanzaba más profundamente en el bosque, Edward se mantenía a una distancia segura pero lo suficientemente cerca como para estar al tanto de cualquier peligro que pudiera acecharla. Cada uno de sus pasos era un susurro en la noche, sin perturbar el tranquilo misterio del entorno.
Cuando Aurora se detuvo junto a un arroyo para tomar fotos, Edward se quedó inmóvil, observándola con una intensidad que era difícil de describir. La luz de la luna bañaba su figura, resaltando su perfil y su cabello claro que se mecía con la brisa nocturna. Era como una imagen de la naturaleza misma.
A medida que la distancia entre ellos se acortaba, Edward sabía que tenía que revelarse. Necesitaba contarle la verdad, aunque eso implicara un riesgo. Sin embargo, no podía evitar preguntarse si ella estaría lista para aceptar la existencia de seres como él, seres que pertenecían a la oscuridad de la noche.
Cuando finalmente se mostró ante ella y le reveló su naturaleza, sus palabras salieron con una mezcla de temor y esperanza. Había algo en Aurora que lo hacía sentir que podía confiar en ella, que podía compartir sus secretos más profundos. Pero también sabía que esto solo era el comienzo de una historia que podría cambiar sus vidas para siempre.
Aurora, aún asombrada por la confesión de Edward, no podía evitar sentir una conexión inexplicable entre ellos. A medida que la noche avanzaba y comenzaban a hablar, se daban cuenta de que sus destinos se habían entrelazado de una manera que ninguno de los dos habría imaginado. La noche en el bosque había revelado una conexión que iba más allá de lo que podían comprender en ese momento, y ambos estaban a punto de embarcarse en un viaje que desafiaría sus creencias y cambiaría sus vidas para siempre.
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Crepúsculo Renacido
VampirgeschichtenEn el tranquilo pueblo de Forks, donde los días grises y las sombras parecen esconder misterios en cada rincón, los destinos a menudo se entrelazan en formas inesperadas. En este lugar de calma superficial y secretos ocultos, dos almas destinadas a...