Capítulo 2

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KyungSoo se había dicho que esto sería fácil, porque nadie tenía que ser más maldito que su jodido profesor Kang -y él era bastante maldito, viejo hijo de puta-. Se había dicho que Kim no era más que un idiota con mucho estrés y un carácter... particular. Se había dicho que no podía ser tan malo...

Claramente KyungSoo no conocía a Kim JongIn.

El tipo era, sin ningún tipo de exageración, el hijo de puta más hijo de puta de todos los hijos de puta de este jodido planeta.

No solo tenía un carácter de mierda, él tenía algo por el control. Dios, Kim tenía un no-sé-qué que lo obligaba a obedecer aunque no quisiera; probablemente era esa mirada, esa maldita mirada oscura que le echaba por encima de sus pestañas y que denotaba seguridad, arrogancia y poca impresión. Él no agradecía nunca, no reconocía sus esfuerzos ni se molestaba en darle un incentivo para continuar con su trabajo.

Tenía la certeza de que todo lo que quería se cumpliría porque era lo que se esperaba de él, por ello no se molestó en halagarlo ni un poco, a pesar de sus esfuerzos, a pesar de que KyungSoo se encontraba en una carrera constante todos los días solo para complacerlo.

Él realmente era el Diablo.

KyungSoo se derritió sobre el escritorio de NaYeon luego de llevarle el café al Señor de las Tinieblas y ella rió con diversión al notar su puchero gigante. Fue un puchero de tamaño familiar, lo que demostraba que, de hecho, se sentía como una mierda.

ㅡ¿Estás cansado? ¿Qué quería esta vez?

ㅡAmericano... del Lu Coffee... en diez minutos... bajo el terrible sol del verano... usando traje... estoy muriendo... cough, cough.

NaYeon volvió a reír y le dio una palmadita amistosa en el hombro.

ㅡOh, fue realmente malo esta vez. ¿Cómo lo conseguiste?

ㅡLe pedí el favor a un hombre en motocicleta. Debí parecer verdaderamente desesperado porque no tuve que rogarle demasiado y también me trajo de vuelta. Fue mi ángel de la guarda.

ㅡNo lo dudo. Solo tú tienes tanta suerte; el señor Kim incluso es bastante blando contigo.

KyungSoo la miró con juicio y ella no pareció realmente impresionada.

ㅡNo puedes decirme eso cuando literalmente acaba de enviarme al otro lado de la ciudad por un maldito café teniendo una cafetería frente al maldito edificio.

NaYeon se encogió de hombros con soltura.

ㅡNo eres el primero al que envía a hacer eso, pero definitivamente eres el primero en cumplirlo en un tiempo tan corto. Él sabe que eres competente.

ㅡPues sería genial que lo reconociera, pero solo me da esas miradas suyas tan horribles y me despide con una estúpida ceja alzada. Yah, ¿por qué es así? Es comprensible que nadie quiera ser su asistente.

ㅡBueno, su padre fue militar y también un empresario brillante y exigente; él creció en medio de todo eso y tuvo que heredar algunos de sus rasgos... el señor Kim no es tan malo después de conocerlo bien, él solo quiere que la empresa siga en pie, así que se encarga de dejar a su lado a los mejores y más fuertes. Tú sigues aquí después de tres meses, a pesar de retarlo constantemente, lo que debería decir algo.

KyungSoo frunció el ceño y tuvo que admitir que había solo una pizca de razón en lo que decía. De hecho, Kim podría haberlo echado a patadas desde el primer día porque KyungSoo lo había llamado idiota al verlo lidiando con un pobre chico nervioso en una reunión. Lo había hecho llorar, y KyungSoo estaba hablando de forma literal.

I: Tan solo un poco obstinadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora