𝑨𝒍𝒑𝒉𝒂'𝒔 / 𝒁𝒊𝒂𝒎 𝑴𝒂𝒚𝒏𝒆

𝟏𝟐 🐺

❤️

El sol cayó rápido, aún seguían en medio del grande lago con algunos molestos mosquitos y el olor a carne asada que Zayn había aprendido a cocinar en su viaje al norte de México en años pasados.

Lauren estaba muy cansado, recostado en el regazo de su madre mientras jugaba con la nariz del omega, apretando a pequeños toques. Adrien estaba al lado de su mamá también, disimuladamente, marcándolo com su aroma, mientras su mirada aún seguía fija en Zayn con enojo.

El alfa no podía evitar relacionar la situación en la que estaban como si fueran una familia, sonaba realmente cursi, por eso lo guardaba para sus entrañas. Liam siempre fue tan omega, tan maternal, cumpliendo exactamente con lo establecido, lo cual, aunque podría sonar anticuado, hacía a su alfa saltar.

El niño estaba tan relajado recibiendo las caricias de Liam en su tierno rostro, era como estar en el cielo, no faltó mucho para que el alfita cayera en los brazos de Morfeo.

—Adrien, ¿puedes ayudarme a llevarlo al camarote? - mencionó el castaño a su cachorro mayor.

—Sí, mamá - contestó el joven cargando con cuidado al niño llevándolo dentro para cobijarlo.

El omega se levantó del camastro estirándose para acto seguido caminar hacia el alfa.

—Gracias - musitó el castaño casi en susurro.

—¿Estás bien? - preguntó el azabache preocupado por el aroma denso que estaba soltando el más pequeño a su lado.

—Yo no le hubiera enseñado nunca a pescar - sollozó el omega poniendo sus manos en sus ojos — Necesitan un papá, yo no puedo ser ambos, por más que lo intente, no puedo cubrir ambos espacios.

—Shh, shh - arrulló el alfa llevando al omega hacia sus brazos — Eres la mejor mamá del mundo, Adrien y Lauren son muy afortunados, demasiado.

—Solo me gusta el fútbol y la fórmula 1, no conozco ni les enseño otros deportes. ¿Cómo sabrían si alguna u otra cosa les gusta?

—Tienen acceso a internet, además, créeme, son demasiado felices a tu lado, y quién ni ¿mhm?

Liam rió un poco — Tiene algo de sentido.

—Lo tiene, cariño, lo tiene.

Cuando llegó la hora de la cena, los tres que quedaban despiertos se dispusieron a comer, el omega haciendo buenos comentarios sobre lo bien que le había quedado la cena al alfa, mientras al mismo tiempo hablaban los adultos de lugares que han visitado a lo largo de sus años. Fue un día agradable.

💛

LUNES DE NUEVO.

—Bebé, hora de despertar Lauren - susurraba el omega mientras entraba con sueño a la había de su hijo menor, abriendo cortinas y levantando algunos juguetes que se encontraban en el suelo — Lauren, ya es hora, corazón.

El omega entró al cuarto vestidor del alfita para sacar el uniforme y sus pequeños zapatos para dejarlos en la parte inferior de la cama.

El niños se levantó con sus rizos muy enredados, pareciendo un pequeño nido de pájaros, no muy diferente al que Adrien traía desde donde estaba asomándose por la puerta, y de la misma manera, muy parecido al que Liam traía en su propia cabeza.

—Esto merece una foto, acércate cachorro - dijo caminando hacia la iPad de Lauren en el buró, tomando una selfie de los tres con sus rebeldes cabellos.

—Mejor rápame, mami - comentó el niño adormilado al observar sus rizos revueltos.

—Tranquilo cielo, esto nos pasa por irnos a dormir con el cabello mojado, cada quien a su ducha, a tomar un baño rápido.

Adrien asintió y corrió a su cuarto, Liam tomó en sus brazos al niño pequeño y lo llevó hasta su baño, abriendo la ducha con agua calientita. Bañó rápido al alfita, mientras desenredaba sus rojos ricitos.

—Ponte tu uniforme, guarda tus cosas y espérame sn la cocina, cielo - habló el omega repartiendo besitos en las mejillas regordetas.

El castaño fue hasta su propia habitación para darse una ducha muy rápida.

Para cuando los tres se encontraban en la cocina ya iban todos tarde, Adrien se había inscrito a una Academia de Basketball y otra de idiomas, por solo esta semana en turno matutino en lo que su suspensión terminaba.

El omega primero dejó en clases a su hijo mayor, despidiéndolo con un beso frente y el tráfico hacia su colegio se hizo un poco más pesado.

—Adiós, cielo, ten un lindo día - despidió el omega dando un besito en la pequeña nariz.

—Adios mami, igualmente. Dile a Zayn que sí acepto ir se cacería con él, hoy soñé que yo te llevaba una vaca para comer - rió el pequeño — Tu pancita es muy pequeña para comer una vaca, te amo mami.

Liam se quedó pensando un momento antes de avanzar.

—Ni se te ocurra poner un arma en las manos de mi hijo, Malik - gruñó Liam directo a la mesa de Zayn, donde se encontraba desayunando en la cafetería del edificio.

—Buenos días para ti también, omega.

Un capítulo más jajaja, espero que les esté gustando.
Saludos.
Xoxo.