one. silly fight

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Quejidos se escuchaban entre aquella silenciosa y oscura noche, en un callejón, se encontraban un grupo de adolescentes siendo golpeados por lo que parecían ser unos pandilleros, los cuales no tenían absoluta piedad ante los quejidos lastimeros de aquél pequeño grupo.

━━ Oe, dejen en paz a esos chicos. ━━ Las acciones ajenas se detuvieron ante aquel tono brusco y enojado que se había hecho presente en la entrada de aquél callejón.

Y ahí podían verlo, Miyamura Keitaro se encontraba a un costado de ellos, mirándolos con su típico ceño fruncido y tronando sus huesos, preparándose a la próxima pelea que se formaría.

━━ ¡Vaya pero si tienen a un perro protector!

‹ ¿Perro? ¿Me acaba de decir perro? › El rostro de Keitaro no demoró en formar aquella facción que sus amigos aterraban. Estaba enojado, no, estaba más que enojado.

Sin decir ninguna palabra más, el de cabellos burdeos corrió con rapidez a esos tipos y con solo una patada derrotó al que se encontraba más cerca de él y que lo había llamado perro.

Estaba más que claro que aquellos pandilleros se quedaron sorprendidos, miraron con asombro y terror como el chico desconocido adoptaba una posición despreocupada, observandolos con desinterés pero aún así, su ceño seguía fruncido.

━━ Vuelvan a llamarme perro y les juro que su siguiente despertar será en el hospital, idiotas. ━━ Amenazó con furia, sonriendo levemente al notar el leve temblor en los otros pandilleros. ━━ Ahora largo o no tendré piedad.

En un parpadeo, los pandilleros habían huido del callejón, dejando solo a los estudiantes golpeados y a Keitaro.

El de ojos rojos alzó una ceja, como si esperara una explicación del porque se encontraban siendo golpeados por esos tipos.

━━ ¡Kei-chan! ━━ De manera repentina, el chico de lentes se le había tirado encima, comenzando a llorar de manera dramática y lastimera.

Keitaro simplemente se negaba ante el contacto físico, por lo que golpeó la cabeza del chico y lo tiró, quedando el de lentes nuevamente en el suelo.

━━ Confiesen, ahora.

Los cinco chicos bajaron la cabeza, se encontraban avergonzados por la situación en las que los había encontrado Keitaro, el "padre" de aquella tonta pandilla.

━━ Intentamos pelear con ellos para que nuestra pandilla se haga notar. ━━ Respondió después de tanto Akkun, el cual apretaba con fuerza sus manos.

Un suspiro cansado fue lo único que pudieron escuchar los cincos chicos, así siendole seguido los sonidos de pasos.
Keitaro había sospechado de aquello en el momento en que los chicos se habían ido por un camino distinto al habitual, sabía que ellos no deseaban involucarlo a él entre las pandillas, tenían miedo de lo que Keitaro podía hacerle a los demás.

El de la cicatriz en su frente los había seguido en secreto, observando desde el inicio aquella tonta pelea, lo había hecho reír, realmente le daba gracia como sus amigos intentaban parecer a la fuerza ser unos pandilleros, pero ellos no daban para nada de miedo, al contrario, a Keitaro le daba ternura observarlos intentando parecer valientes.

━━ Vamos a casa, les voy a preparar galletas.

Los lastimados no esperaron más, es como si sus heridas hubieran sanado de manera inmediata con aquellas palabras dadas por el de apellido Miyamura.

Sin más, los seis adolescente caminaron hacia el hogar del burdeo, manteniendo una conversación cálida en dónde habían momentos en los cuales solo se escuchaban insultos por parte de Keitaro hacia Yamagishi y Makoto, algo normal de ver en el grupo.

Pero aún así, Miyamura tenía un mal presentimiento, como si algo fuera ocurrir el día de mañana, no sabía porque, pero sabía que algo pasaría con el y Takemichi, el cual se había comenzado a comportar de manera extrañada desde ya hace unos días atrás.

A veces el rubio teñido mostraba una actitud algo madura, luego habian momentos en dónde el de ojos azules lo miraba de manera fija, comenzando a llorar a los segundos después, comenzando a abrazarlo y decirles palabras de protegerlo.

A veces...Takemichi era raro, pero aún así es su amigo, aún así lo quiere.

‹ Pelea tonta, ahora me duele el pie. ›






𝗶𝗻 𝗅𖦹𝙫𝖾 !ㅤㅤ𖥔ㅤㅤsano manjiroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora