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━━ Nee, Takemicchi. ━━ Llamó el pandillero al teñido.
El de ojos azules quitó su mirada del cielo, observando fijamente al de ojos negros, el cual lo miraba con una sonrisa sospechosa ante su punto de vista.
━━ ¿Sucede algo Mikey-kun?
El rubio natural se quedó en silencio por unos segundos, pensando en lo que diría próximamente.
━━ ¿Keicchi no va a la escuela? ━━ Hanagaki sonrió nervioso, rascando levemente su mejilla.
Y es que, ya había pasado una semana del encuentro, una semana en dónde Mikey iba sin descanso alguno a la escuela de Takemichi para encontrarse al de la cicatriz en la frente, fallando siempre en su misión.
Más de una vez amenazó a los estudiantes de aquella escuela, queriendo sacar información pero al parecer nadie lo conocía, es como si fuera un fantasma.
« ¿Y si realmente es un fantasma? » Mikey negó, se negaba ante ese pensamiento. Esa belleza no podía ser un fantasma.
━━ No realmente, Kei-kun va en otra escuela. ━━ Y fue en ese momento en dónde Mikey agradecía a Takemichi por interrumpir sus pensamientos.
Sin más, Mikey terminó amenazando al Hanagaki para que este le diga en que escuela va aquél chico con ojos tan rojos como la sangre.
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Movía sus pies de manera nerviosa, sentía como sus latidos se encontraban más rápidos y fuertes de lo normal, una sensación que sentía por primera vez, pero que de alguna manera le gustaba.
Llevaba esperando a Miyamura desde ya hace unos minutos atrás, llegando con rapidez a la escuela de este y quedándose afuera, esperando y mirando ansioso a cualquier persona, imaginando que aquella persona era Keitaro.
De pronto, comenzó a observar como los estudiantes comenzaban a salir de la escuela, sintiéndose más que nervioso.
« Mi corazón duele. » Pensó mientras agarraba su pecho, bajando de su moto y acercándose a la entrada de la escuela.
Sus ojos negros cayeron rápidamente en la figura algo robusta, cabellos burdeos y ordenados, junto con esa expresión calmada pero con su ceño fruncido de manera inconsciente. Caminaba con lentitud y brusquedad, se veía tan varonil que Mikey juraba que el era la definición de la belleza masculina.
Los cuatro pares de ojos chocaron, un brillo inigualable se apareció en los ojos de los dos chicos.
Mikey sabía lo que sentía ya que lo había hablado con su hermana menor Emma, la cual se encontraba felíz de poder hablar sobre ese tema con Manjiro, aclarandole al rubio sobre lo que sentía y ayudándole del que debería de hacer.
El Sano mayor estaba más que felíz por aquello, después de tanto, al fin sentía una emoción que lo hacía sentir más que vivo.
Mientras que con Keitaro, este estaba más que extrañado con aquél nuevo sentimiento, más por el hecho de que nunca se había relacionado con el enano, la única vez fue cuando éste lo proclamó como su "perra" si es que se le puede decir así.
Sintió sus mejillas calentarse y como su mente divagaba por la aparición del líder de la Toman, « ¿El vino a verme? ¿Quién le dió la dirección de mi escuela? ¿Me estuvo buscando? » Y así fue como más pensamientos iguales llegaban a su cabeza, quedándose quieto en su lugar, observando fijamente los ojos del pandillero.
━━ ¡Keicchi! ━━ Llamó alegremente el el de baja estatura.
Keitaro cayó en la realidad, un pandillero lo había llamado con un apodo de mierda.
Retrocedió unos pasos, dió la vuelta y caminó de manera rápida, ignorando el rostro ofendido del más bajo.
━━ ¡Oe no me ignores!
Mikey gritó enojado, corriendo hacia el escolar, agarró su brazo con fuerza para que Keitaro detuviera sus pasos y así arrastrarlo con el.
━━ ¿¡Qué crees que haces enano!? ━━ Forcejeó el más alto, siendo ignorado y llevado a una moto bastante hermosa a decir verdad.
Los dos chicos se quedaron en silencio, quietos a un lado de la moto de Mikey y mirándose mutuamente.
Ninguno decía nada, ocacionando un silencio algo extraño, no incómodo, pero si extraño.
━━ Keicchi. ━━ Llamó nuevamente por ese apodo horrible al más alto. ━━ Me gustas.
Keitaro no lo pensó, no reaccionó ante aquella repentina confesión, mirando fijamente al Sano, el cual se encontraba regalandole una tierna pero cálida sonrisa.
