Capítulo tres:

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Conforme los días pasaban Oliver y Marilyn se conocían más, o más bien Marilyn conocía más a Oliver, ambos salían seguido cuando podían o sus trabajos coincidían en recesos o en sus días de descansos.

Oliver se sentía en un mar de sentimientos, no sabía exactamente que sentía cuando Marilyn estaba con el, pero lo que sea que sintiera se sentía bien para el.

Por otro lado Marilyn estaba más que contenta con conseguir lo que quería, Oliver cada día confiaba más en ella y la pasaba el mayor tiempo con ella, pronto le diría la verdad y lo reclutaria para su venganza, pero primero se tenía que asegurar de la lealtad de Oliver y tenía un plan para eso.

Habían pasado un año desde que se conocieron, ambos eran muy unidos, Oliver veía a Marilyn como una madre, como una a la que tuvo pero que se fue muy pronto de su vida, Marilyn era muy maternal con el, siempre lo cuidaba a su manera y le brindaba su apoyo, era cariñosa y amable, no había día en que no tuviera palabras que decirle a Oliver para ayudarlo cuando lo necesitaba.

Por todo el año que se llevaban conociendo Oliver pensó que tal vez aquellos sentimientos que sentía por Marilyn era simplemente amor maternal, después de todo era algo que le hacía falta desde hace años, un soporte maternal, alguien que estuviera para el en cualquier momento, aún que a veces no siempre es como uno quiere.

Marilyn también tenía trabajo y había veces en la que ella desaparecía semanas dejando a Oliver solo esperando, ya era recurrente que se fuera días y volvía como si nada, y para Oliver verla irse era un martirio, un golpe bajo, no podía estar sin ella, por alguna extraña razón siempre la necesitaba junto a su lado, Oliver empezaba a depender bastante de ella a tal punto de que se ponía a veces hasta de malas cuando ella se desaparecía por días, pero siempre controlandose de no descargar ningun enojo con su familia, porque sabía muy bien que su hermanito no tenía nada que ver con Marilyn.

Cuando Marilyn volvía después de días ella era muy amable, pero también había veces en la que se comportaba fría y distante, era como si fuera bipolar, un día está feliz y al otro está de malas y no le hablaba, eso confundía bastante a Oliver sin saber realmente que hacer en momentos así, aún que siempre daba lo mejor de si intentando ayudarla a ella cuando estaba de malas o alegrarla un poco con su alegría.

Era de noche y Oliver se encontraba en el bosque cerca de un cementerio, estaba sentado sobre una banca, miraba hacia arriba las estrellas sintiendo el frío aire en su rostro, su cabello negro se movía del lado del aire como olas del mar con suavidad, sus ojos azules brillan un poco más de lo abitual, una línea delgada de agua salía entre los ojos del hombre.

—¿Estás bien cariño?—pregunto la voz de una mujer aún lado suyo.

Oliver no volteo, conocía muy bien esa voz.

—No, no lo estoy—contesto Oliver con voz entre cortada.

El sonido del pasto siendo pisado se escucha, dando a entender que la pelirroja se acercaba a Oliver, no paso mucho para que Oliver sintiera a la mujer sentarse a un lado de el.

—¿Me quieres contar que te sucede?—pregunto la mujer angustiada por el.

—Hoy es el aniversario de la muerte de mi madre—respondio Oliver entre sollozos mientras caían más lágrimas.

Todos los días en su cumpleaños era un recordatorio para Oliver de la muerte de su madre, en todo el día puso su mejor sonrisa como si nada pasará para no preocupar a Tyler, el sabía muy el día que era y por eso como hermano menor el apoyo a su hermano, pero Oliver tampoco quería angustiar demasiado a Tyler, así que siempre fingía como si fuera un gran día su cumpleaños.

En la tarde de aquellos días de aniversario de la muerte de su madre eran de los pocos días en que el padre no trabajaba tan tarde, los tres visitaban la tumba de la madre y dejaban flores, recogían las que ya estaban marchitadas y limpiaban el lugar, dedicaban palabras y pasaban tiempo los tres junto en la tumba de la madre contadole como les fue en los últimos días.

Después de aquello, Oliver se escapó en la noche, las ancias de llorar le ganaron, sintiendo el nudo en su garganta, pero para no preocupar a Tyler decidió esparse por la ventana de su cuarto, así termino en el bosque llorando solo.

Aún que realmente era un misterio como es que Marilyn lo encontró, tal vez solo estaba en ese lugar cuando el llegó o ella solo pasaba a por ahí, o solo era una coincidencia que estuviera ahí con el, pensaba Oliver.

Las manos de Marilyn fueron a las mejillas del hombre, suavemente movió la cabeza de el para que la mirara directamente a los ojos.

—Oh mi pobre niño, no estés triste, estoy segura de que ella estaría muy orgullosa de ti y te estara mirando desde el cielo con una gran sornisa—dijo mientras limpiaba las lágrimas de Oliver con sus pulgares.

Pasaron unos segundos en los que Oliver no dijo nada.

—Gracias por siempre estar conmigo cuando más lo necesito—agradecio Oliver segundos después mirando a los ojos negros de Marilyn.

—No hay de que pequeño—dijo en voz dulce con una sonrisa.

La pelirroja observo más detalladamente los ojos azules de Oliver, estos brillaban más por la luz de la luna, sus cejas estaban alzadas un poco hacia arriba mostrando lo vulnerable que estaba en el momento, su mirada bajo hasta los labios finos de Oliver, se quedó mirando ahí por un tiempo.

Marilyn no sabía que le sucedía, pero verlo ahí, enfrente de ella, sus manos en la mejillas de el consolandolo, y verlo tan vulnerable, esendio algo en ella que nunca pensó en su vida sentir, un deseo inmenso de querer besarlo es lo que sentía Marilyn en aquel momento.

Su mente daba vueltas, pero las conclusiones eran las mismas, quería besarlo en ese momento, quería hacerlo, queria probar sus labios, verlo vulnerable realmente la hacia anhelarlo de un modo como nunca antes había anhelado algo, dejando de lado su venganza claro.

Oliver se acercó lentamente a Marilyn, ella podría sentir el aliento caliente de el chocar contra la de ella, su corazón se aceleraba cada vez más al sentirlo más cerca, la emoción y adrenalina del momento la hizo pensar tantas cosas por su cabeza, pero Oliver tenía otros planes, solo se acercó más a ella para abrazarla fuertemente, abrazo que ella correspondio no muy contenta al no recibir lo esperado, se había ilucionado ella sola al pensar que el la besaría en aquel momento, se sintió muy estúpida por pensar en esas cosas tan subidas de tono.

Aquella noche Marilyn se quedó consolando a Oliver, diciéndole cosas lindas y siendo muy cariñosa con el como es de costumbre, pero quedando con un sabor agrio de boca al no conseguir lo que anhelaba aquella noche, tal vez Marilyn cambiará solo un poco de sus planes.

Me perteneces |• Ms. Thornhill Donde viven las historias. Descúbrelo ahora