Fate stay night:Tinta blanca

Capítulo 60: Inke vs Brunestud Ronda 2

Hmm", se dijo Shirou mientras contemplaba la enorme puerta frente a él. Si bien inicialmente parecía ser acero, la composición era demasiado reflectante, demasiado inmaculada para estar hecha de un material de tierra. Golpeó la puerta con los nudillos contemplando su situación. La situación era molesta para él ya que Shirou se consideraba un experto en Reality Marbles, sabiendo mucho más que casi cualquier otra persona, aunque reconocía que podría haber un mago que había realizado más experimentos con ellas y necesitaba urgentemente matar. Teóricamente, tanto él como Crimson Moon deberían haber sido transportados directamente al centro de la Esfera de la Realidad, sin embargo, el cuchillo que le dio a Satsuki nunca estuvo destinado a ser usado de esa manera específica y probablemente debería estar agradecido de que funcionó.

"Las puertas del Castillo Millenium Brunestud eran la máxima protección para los Verdaderos Ancestros", reflexionó para sí mismo. "Me pregunto si esa es la razón por la que no me han dejado entrar. No soy un Ancestro Verdadero".

Dio un paso atrás y lanzó una patada con todo su poder causando que las puertas se doblaran ligeramente hacia adentro. Shirou frunció levemente el ceño ante la vista y la falta de información detrás de ello. Actualmente era el más fuerte que jamás había sido como humano. Al mejorar conceptualmente su cuerpo, había alcanzado una fuerza mucho más allá de la vista durante la Era de los Dioses. Desafortunadamente, esta puerta estaba hecha con materiales con una resistencia a la tracción desconocida que nunca había visto antes y, por lo tanto, todavía no tenía forma de medir de manera realista qué tan fuerte podía golpear.

Encogiéndose de hombros, Shirou tocó la puerta empujando el concepto de [desintegración] dentro de la estructura y observando cómo se disolvía ante sus propios ojos. Al cruzar el umbral, inmediatamente notó la diferencia. Anteriormente, cuando estaba fuera de la fortaleza, prestaba muy poca atención a su entorno. La hierba era verde y el cielo era azul de una manera muy genérica, pero nada de naturaleza sobrenatural llamó a sus sentidos y nada despertó su sensación de peligro. Tan pronto como puso un pie en el castillo de Brunestud, se quedó sin palabras ante los cambios que inmediatamente se produjeron sobre él. El aire se enfrió y se llenó de un poder gélido y toda el área quedó bañada en una luz roja. Al mirar hacia arriba, Shirou vio el cielo nocturno lleno de una luna escarlata que se avecinaba, muchas veces el tamaño de la de la Tierra.

"Si ella intenta dejarme eso, me enojaré mucho", se dijo Shirou, apartando la mirada del orbe siniestramente brillante y reprimiendo la sensación de temor inminente que surgió dentro de él. Extendiendo sus sentidos a través de la humedad circundante en el aire, sus ojos se abrieron y dio un paso adelante cuando una mano se hundió en el espacio que ocupaba hace un segundo.

Girando su cuerpo, Shirou lanzó una patada a la criatura, atrapándolo en el estómago y haciéndolo deslizarse hacia atrás sobre la hierba húmeda. El brillo de dos orbes y el rostro contorsionado por la locura y la furia le contaron a Shirou toda la historia. Se lanzó hacia adelante a una velocidad sobrehumana y Shirou dio un paso adelante para enfrentarlo. Manos con garras desgarraron su pecho solo para no encontrar resistencia cuando Shirou aplicó el concepto de [intangible] que operaba de manera similar al de sus sirvientes. Mientras caminaba a través del vampiro, dejó que su brazo permaneciera detrás de él y en el instante en que la mayor parte de su cuerpo había pasado a su atacante, permitió que su mano se solidificara en la cavidad torácica de la bestia y luego le sacó el corazón.

"Verdadero Ancestro", Shirou comenzó a hablar para sí mismo. "No, eres un señor demonio", le dijo a la criatura que estaba arrodillada en la hierba agarrándose el pecho. "Me pregunto cuántos de ustedes hay." Mientras decía esto, inspeccionó los terrenos del castillo tratando de explorar más orbes carmesí entre el miasma bermellón general.