Fate stay night:Tinta blanca

Capítulo 4: ¿Has intentado cazar ballenas sobre él?

Los sueños de Shirou estaban llenos de imágenes de balas desgarrando la carne mientras la imagen de una enorme flota de barcos flotaba en el fondo de sus sueños.

Empezó a despertar tirando las sábanas de su cama. "Espera", corrigió, "esta no era mi cama".

El edredón era de un profundo escarlata y se combinaba con la suave sensación del colchón. Se sintió más cómodo que en mucho tiempo. Su futón en casa era perfectamente cómodo, pero esta cama había ascendido más allá de las filas de la mera comodidad al reino en el que solo pueden ir los dioses de los muebles. Este era el tipo de cama que andaba llamando a todas las demás camas mestizos y ridiculizándolas como copias baratas.

"Espera, esto es estúpido", Shirou con fuerza detuvo sus pensamientos mientras escaneaba un poco más de la habitación. Parecía ser una especie de estructura de castillo medieval con paredes de piedra y un techo alto. Girando la cabeza hacia un lado, saltó de la cama ante la vista frente a él.

A su izquierda había una gran ventana de cristal. Fuera del agua había todo tipo de vida acuática nadando a través del agua, notó distraídamente una escuela de atún. Todo eso fue ensombrecido por la sombra oscura que se movía lentamente a través del océano. Ahora, mirándolo, concluyó que debe haber sido la bestia debajo de las olas y tenía la forma de una gran ballena.

"Magnífico, ¿verdad?", apareció una voz junto a él. Una vez más, Shirou comenzó a girar la cabeza cuando vio una vez más a la mujer que lo había salvado en el barco. Se dio cuenta distraídamente ahora de que no estaba en peligro inminente de morir que ella era bastante absurdamente voluptuosa de una manera que la mayoría de las mujeres japonesas no lo eran, combinado con su cabello rubio que caía suavemente por su espalda y sus costados y sus ojos azules le daban la apariencia de un apuesto extranjero. Lo segundo que notó Shirou fue que todavía estaba en el bikini que no lograba ocultar sus curvas.

"Si hubiera pasado por la pubertad, probablemente tendría distintos problemas para hablar contigo en este momento", dijo Shirou sin vergüenza.

"Oh, qué cumplido", la dama se llevó la mano a la frente. "Y de una chica tan linda también. Vas a romper muchos corazones cuando seas un niño mayor".

Ella sonrió. "Ahora dime pequeño mago, ¿qué hace alguien como tú en este lugar del océano?"

Shirou se tensó e instintivamente fue a analizar a la dama usando su poder e inmediatamente se arrepintió. Sumire, ancestro apóstol y fantasma de mármol; estas palabras pasaron por su cabeza acompañadas de terribles significados. Imágenes de sangre y muerte se abrieron paso dentro de su mente y comenzó a sentirse mareado.

Shirou se cayó de la cama, una pequeña parte de su cerebro se dio cuenta de que ahora estaba usando un pijama, lo que significa que Sumire debió haberle cambiado la ropa. Su respiración se sentía superficial como si no pudiera obtener suficiente oxígeno, y su corazón latía en su pecho en la medida en que era doloroso. Se puso de pie, notando que sus piernas temblaban y sus palmas estaban sudorosas, para ver a Sumire mirándolo con tristeza.

"Ya veo", dijo, "eres solo un niño. Eso pensaba". Ella lo favoreció con una mirada de lástima. "Eres demasiado joven para pelear a tu edad. Tienes niveles asombrosos de prana y como mago eres realmente una fuerza de la naturaleza, pero eres demasiado joven".

"Derroté a ese capitán, ¿no?" Shirou dijo a la defensiva. "Era mucho más fuerte que un humano".

Sumire volvió a suspirar: "Ciertamente lo hiciste. Fue un espectáculo bastante bueno para alguien de tu edad. Ese capitán estaba al nivel de un vampiro estándar; un ser que supera la velocidad y la dureza humanas. De hecho, lo derribaste con mucha facilidad. No", negó con la cabeza, "para tu edad pelear a ese nivel es excepcional. Como se esperaba de un mago, realmente te distingues de la racionalidad normal".