Al llegar a la base, un sentimiento de angustia estaba acercándose a ella. La subteniente se aferró con dos manos a las palabras positivas en su mente, mientras los demás hacían su parte deshaciendose de Shadows, Alexa se vio expuesta ante los ojos de dos guardias en la entrada.- Tenemos la orden de no tocarle un solo pelo. - Habló el de la izquierda, agarrando su arma con firmeza en caso de tener que usarla.
- Quiero ver al comandante. - Declaró la castaña, con una seguridad fingida. Rápidamente fue escoltada hasta donde estaba Philip, y trató de reprimir el temblor en su cuerpo.
— Philip. — Dijo ella, tanteando el revólver escondido en su chaqueta.
— Alexa. ¿Por qué te fuiste? — Preguntó desafiante el hombre de acento sureño. La chica tomó una respiración profunda, y desde una posición de temor, habló.
— Permitame unirme a usted, Comandante. — Dijo con una voz que reflejaba sumisión, la suficiente para engañarlo. Una sonrisa ladina se expreso en el rostro cicatrizado del rubio, a lo cual ella no pudo evitar verse afectada ante tal comportamiento. La estaba mirando, como un depredador miraría a su presa, como si supiera el poder que tenía sobre la mentalidad de la mujer.
— Oh, linda chica... — Rió con seguridad. — Sabía que no ibas a tardar en ponerte de mi lado. — Caminó hasta ella y agarró su muñeca con fuerza. — Ahora dime, ¿por qué mierda te fuiste? — Su respiración se cortó, y su temblor era cada vez más difícil de reprimir.
— No es una decisión fácil pensar en traicionar o no a tu equipo, Graves. — Dijo con un gruñido. Él era fuerte, pero ella era mucho más que una simple soldado, y se lo recordó tirándolo al piso de una patada en el pecho, y sostuvo en lugar las piernas del americano con sus propias piernas sentándose a horcajadas en su regazo mientras sostenía las manos callosas sobre su cabeza en el frío suelo de la base Mexicana.
— Si vamos a hacer esto, — Ella siseó. — No te voy a permitir subestimarme, Philip. Me importa una mierda si eres el Comandante, ¿entendido? En la traición no hay reglas ni rangos. — Una fuerte dominancia resonó en su voz, aquellos sentimientos eran más reales que cualquier cosa que ellos conocían.
Él la miró y rió, empujandola hacía él y presionando sus labios juntos. Ella se dejó, como tantas veces había pasado, y se entregó al contacto de su piel. Cuando se separaron, ella tenía el ceño fruncido al no entender porque era tan débil ante él.
Se levantaron y ella caminó hasta la puerta, el silencio se volvió pesado y espeso entre el estadounidense y la inglesa-argentina.
— Nunca te vi así, estoy impresionado. — Soltó con una sonrisa.
Con una última mirada, Atenea se fue de la habitación dando un portazo, un odio creciendo dentro de su pecho mientras caminaba con fuertes pasos hacia el lado de la base donde sus compañeros estarían.
Miró hacia atrás, una duda bailando en su mente.
... ¿Podría de verdad traicionarlo?
Sus dudas desaparecieron cuando Rodolfo se le acercó, con un subfusil en mano. — ¿Todo bien? — Preguntó con un ceño fruncido por la preocupación.
— Mejor que nunca. — Mintió con una sonrisa. — Le mostré de lo que estoy hecha. ¿Cómo van Soap y Ghost? — Preguntó, cruzando los brazos con un aura repentinamente dominante, como si en un instante hubiera enterrado a aquella subteniente que se dejaba pisotear constantemente.
Cuando de verdad, ella sabía mejor que nadie que unas solas palabras la podrían romper, si venían del cruel estadounidense que traicionaría. Prosiguió el plan con el equipo y se concentró como pudo, ayudando a llevar acabo las operaciones para retomar la base mexicana. En el proceso recuperó su uniforme y chaleco antibalas, esencial. Cuando todos los hombres de Alejandro fueron liberados, el sonido de disparos y armas aumentó, a par del sonido de cuerpos inertes o moribundos cayendo al piso.
Los hombres escapaban con la ayuda de Atenea, Soap, Ghost, Alejandro y Rudy. Entonces, cuando Atenea solo intercambiaba palabras en español y sonrisas con los mexicanos, un helicóptero se acercó. Vanderberg, con un instinto inmediato, apunto al helicóptero pero bajó el arma cuando vio esa cara familiar que tanto anhelaba ver. El capitán, y Gaz. Ella sonrió y se paró justo en frente a donde aterrizó el helicóptero, y cuando se bajaron, los miró y asentó con la cabeza.
— Ya los extrañaba. — Sonrió la castaña y se sostuvo de abrazarlos, y volvió a su trabajo.
La uno-cuatro-uno volvía a unirse, y Atenea se sentía un poco menos sola en esa plena guerra, una misión que podría haber sido mucho menos difícil de no ser por el rubio que odiaba.
¿A quién engaño? Se dijó a sí misma. Odiarlo es imposible.
EAAAA, KE ONDA.
Bueno, quiero aclarar unas cositas.Primero: sí, desaparecí, puse todo en pausa y la verdad, tuve un bloqueo artístico muy largo. Me tomé un tiempo para sanar, ya que mis condiciones mentales estuvieron por la borda.
Un pequeño repaso de todo lo que pasó–
Empecé la secundaria. Sobreviví todo el año peleándome con la profe de matemáticas, hice nuevos amigos y la verdad lo pasé bastante bien, sacando del camino las situaciones amorosas, claro está.
Cumplí los trece por allá en mayo (horrible), seguí re tranqui, llega noviembre, PAM.
me atropelló una moto :D
yo estaba yendo a comprar ropa pq pinto y pq estaba trabajando de niñera y pues, ESTABA EN VERDE YO PODÍA E IBA A CRUZAR COÑO, y pimba me la re dio en la cadera. Nada eso, en fin.
Ahora pasé a 8vo y quise hacer un comeback (re corto pero quería) y no llegue a escribir la escena q tenía en mente para hacerlo EXPLOSIVO pero hago lo que puedo.
Los amo, siempre leo sus comentarios y me hace feliz que vivan la historia como yo la vivo ♡
Con cariño, Hannah.
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𝖬𝗂𝗅𝗅𝗂𝗈𝗇 𝖣𝗈𝗅𝗅𝖺𝗋 𝖬𝖺𝗇. | Philip Graves.
FanficDonde Alexa tiene que elegir, su deber o su amor. "Si te traiciono a ti, me traicionaría a mí misma. Si los traiciono a ellos... traicionaría a mi país. Mi país es muy querido para mí." "¿Más querido que yo?" ¿Qué es peor que elegir entre traicionar...