EPÍLOGO

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Los trabajos en Ashestown continuaban, los ciudadanos construían, limpiaban, vigilaban con ayuda de los guardias, el consejo se había hecho cargo de todo lo que ocurría siguiendo las instrucciones de su presidenta

El tiempo transcurría y no había ninguna señal de ellos, recibieron toda la información de Seattle pero antes de ponerse en contacto la red desapareció, no tenían idea de lo que había ocurrido, parecía que simplemente se hubieran esfumado

Dinah y Allyson permanecían juntas, trataban de darse ánimos entre sí pero sus corazones latían dolorosamente al imaginar lo peor

Amber trabajaba en los laboratorios, no había parado en ningún momento, lo hacía para no atormentarse al pensar que la mujer que amaba pudiera estar muerta

Dejo de lado sus cosas y salió del laboratorio, había amanecido apenas hace unas horas. Avanzo por los pasillos directamente hasta el área médica

La ausencia de la gran familia era notoria

El concejo tuvo problemas cuando la gente se enteró, muchos quisieron marchar para ayudarlos, para apoyar al ángel de la muerte

Detenerlos fue difícil

Toco la puerta de una habitación hasta escuchar la autorización al otro lado

—Hey…—saludo

—Hola.—contesto Allyson con una sonrisa

Amber se adentro, ahí estaban sus dos amigas, Dinah acariciaba las pequeñas manos de sus hijas. Habían permanecido ahí mientras su hogar era reparado

—¿Cómo están?

—Preocupadas.—respondió Dinah, se alejó de la cuna—ya ha pasado más de una semana

Allyson acariciaba su vientre, desde que su esposa se fue era rara la vez que su bebé se movía en su interior

—Hay que ser pacientes.

—¿Más?—la voz de Allyson se hizo presente—fueron a una ciudad repleta de nuestros enemigos, sin un plan

—Deben estar bien.

—¿Cómo saberlo?

Dinah exhaló largamente

—Yo podría…—movió su mano

—Iré contigo.

—No.—interrumpió la mayor—nadie más saldrá de esta comunidad.

—Ally, podría estar en peligro.—dice la de ojos verdes

—Si, lo sé. Pero Amber, lo que hay en tu cabeza nos llevará a una cura. Y Dinah, tienes dos hijas, no puedes irte así como así

—No quiero criarlas sin Normani.—silencio—¿Tú quieres criar a tu hijo sin Camila?

Allyson bajo la mirada. Definitivamente no quería

—Ellos querrían que nos quedáramos aquí.

Amber se acercó a Allyson, tomo su mano para darle consuelo, estaba consciente que ella era quien más quería salir en busca de su familia. Pero si estado no se lo permitía

—No sé si ellos están con vida, pero si no, ustedes son lo único que me quedará. No puedo perderlas—dijo

Dinah camino hasta ella se arrodilló e hizo que la mirara. Asintió con una suave sonrisa y se abrazaron

De pronto afuera se escuchó mucho ruido, Amber y Dinah desenfundaron sus armas. La puerta se abrió

—Regresaron.—informo una enfermera

The Renaissance | Lauren Jauregui | Tú    Donde viven las historias. Descúbrelo ahora