Amor de niños (Hyuga x Sanae)

Cap. 4

Era de tarde, estaba nublado y brisnaba los niños estaban en sus casas, Hyuga veía el reloj de su sala haciendo tick tack al compás de las gotas de agua que discurren por la ventana. Quería salir a jugar con la pelirroja ya habían pasado varios días sin que los dos niños salieran juntos. Vive enfrente de su casa pero para el era como una milla de distancia, nunca había ido a la casa de otra persona era algo tímido el chico temía no comportarse a la altura, aún así fue a la casa de la pequeña.

Tocó la puerta con algo de temor, saludando con voz baja - H-hola Nakazawa ¿Estás en casa?- Espero un rato, volvió a tocar hasta que abrieron la puerta era una mujer algo desaliñada- Hola ¿Quien eres pequeño?- El moreno saludo con una reverencia siendo muy educado- Hola señora, no quiero ser inoportuno pero ¿Está Sanae?- La señora sonriendo contesta- Claro que si ahorita la llamo- La pelirroja bajo las escaleras y al verlo se puso muy feliz- ¡Hyuga! Viniste a visitarme, ¡Entra!- La niña lo jaló dentro de la casa, el niño vio la casa estaba un poco sucia noto que habían botellas de cerveza en el piso, pero la niña lo jaló a su habitación emocionada- Que bueno que viniste, estaba muy aburrida aquí dentro de la casa- ¿Así? Yo también- respondió el niño- La niña saco muchos juguetes de un cofre de madera, la habitación de la pelirroja era rosa pastel con sobrecamas decorados con olanes y encaje- ¡Mira! Ya tengo mi propio balón de fútbol- Era más bien una pelota de plástico con estrellas el chico se rió levemente diciendo- Oye ojos grandes ese no es un balón de fútbol- la niña miro con un poco de decepción su balón- Oh... ¡¿Oye por qué me dices ojos grandes?!- El niño respondió- Es un apodo, te lo digo de cariño- ¿De cariño? No entiendo- dice la pelirroja- El moreno se rasca la barbilla diciendo- Bueno es una... podría decirse que una manera amistosa de llamarte como eres mi amiga- la niña lo miro diciendo- Ohhh... De por sí no me gusta, quiero otro apodo- El chico pensaba en un apodo diferente así que le dijo- ¿Te parece bien... Nena?- la pelirroja sonrió y acepto felizmente el apodo- ¡Sii! Me gusta... ¿Yo también te puedo poner un apodo?- el chico casqueo con la boca- Si, si, está bien mientras no sea vergonzoso- Te llamaré Senpai- dijo la niña, el moreno se sonrojo de la vergüenza diciendo- ¡A eso me refería!- la niña se rió a carcajadas- Hahahaha, está bien hahaha... Pues como te digo entonces yo también quiero llamarte por algún apodo hmmm... No se me ocurre nada- decía la niña con un puchero- Está bien no es necesario que me tengas un apodo- dijo el chico- la pelirroja rasco su cabeza y ascendiendola- Hehe, ok bien juguemos sacaré mi juego de- el niño interrumpe diciéndole- Adivinare es un juego de té- la pelirroja alzando una ceja y negando con la cabeza- ¿Eh? ¡No! Mi juego de piratas tengo dos espadas, un sombrero pirata y un parche- El moreno se sorprendió, el esperaba alguna clase de juego de niña técnicamente jugar con Sanae era como jugar con otro niño varón, por eso le atraía estar con esta niña era muy peculiar.

Los niños jugaron a las espaldas en la habitación de la pequeña estaban muy felices, hasta que escucharon un ruido muy fuerte abajo en la sala. La niña paro en seco y su sonrisa se borró de su rostro ella le dijo al moreno- Hyuga... Perdón pero tienes que irte- El niño pregunto confuso- ¿Por qué pasa algo?- Es que ya llegó- dice la niña- ¿Quien llegó?- dijo Hyuga- la niña le temblaba la voz diciendo- Mi papá... A él no le gustan mucho las visitas inesperadas, y si te ve el va a- la pequeña en su cara se reflejaba miedo, Hyuga noto que algo no estaba bien no quería causar molestias y dijo- No te preocupes nena yo me voy de aquí- Sanae le dijo- Sal por la puerta trasera ahí nadie va para allá- El chico hizo caso la pelirroja lo guío a la salida y el se marchó ella desde su ventana le decía adiós y el también le hizo adiós con señas llegó a su casa y el se preguntaba ¿Que era lo que pasaba en esa casa? Lo cierto es que detrás de esa casa había una oscura verdad.

El padre de Sanae era un obrero de una fábrica, ganaba bien pero tenía un problema... Era un apostador y alcohólico, nunca le alcanzaba el dinero a su familia su mamá era costurera y así ganaban dinero extra para sufragar los gastos de la casa habían días buenos para la familia Nakazawa, pero habían días en los que eran un infierno y ese día era uno de esos...

Continuara...