¿Existen los finales felices?
...
Para muchos la respuesta es SI,para otros es un NO, y quizá la respuesta es ambas.
Tan misteriosa es la vida como el destino, nos ponen en lugares y situaciones increíbles, malditas decisiones que nos hacen llegar a donde jamás creímos y benditos los actos que se desatan en perfecta sintonía a la felicidad.
Cuantas cosas haríamos diferentes, pero sacrificariamos todo lo que tenemos solo por saber si ello nos hubiese hecho más felices?
La vida es un libro que tu mismo vas escribiendo, pero el final ya ha sido escrito "aprendes lo necesario y vives lo suficiente"
¿Lamentarse o seguir?
Tan difícil la desicion y tan fácil equivicarse.
Dar segundas, terceras, cuartas oportunidades puede ser un desastre como Carlos confiando en Hirving todas esas veces.
O puede ser la mejor elección, como Guillermo, al darle esa segunda oportunidad al amor y descubrir que amar no es solo físico, si no amar el alma, la esencia, amar el como te aman.
...
El avance de Guillermo con sus terapias había sido bastante exitoso, más aún con la ayuda del amor de su Príncipe y la amistad de sus compañeros, siempre dicen que nunca olvidas y bueno es cierto, todos quisiéramos olvidar cosas, borrarlas por completo, pero no se puede, en cambio podemos aprender a sanar y recordar sin dolor o sin culparnos.
Claro, hay acciones que cometemos bajo emociones como el dolor, el coraje, acciones que solo dependen de nosotros y así como debemos saber perdonar, debemos saber pedir perdón.
Eso, justamente era lo que Guillermo había aprendido.Su relación con Andrés estaba siendo muy sana. Ambos se amaban tanto y tenían tanta química que cualquiera que los viera lo notaría al instante, como almas gemelas que por fin se encontraron después de buscarse por tanto tiempo, una pareja de esas que solo ves en las novelas de las 2 de la tarde, así eran ellos.
...
-Memito, hoy es nuestra última noche como novios, mañana... Tu, porfin, serás mi esposo.-Andrés acariciaba los rulos de su amado que reposaban sobre sus piernas.
-Estoy nervioso.-Guillermo se cubrió la cara con la manta que cubría sus piernas, dejando libres sus pies descalzos, manchados por no usar zapatos.-que tal si se me olvida lo que tengo que decir, los pendejos que tenemos de amigos me lo van a recordar toda la vida.
Andrés se rió un poco de aquella respuesta, pues sabía que era cierto, un pequeño error y ellos se encargarían de que nunca lo olvidaras, pero eso era lo mejor de su amistad, las risas nunca faltaban.
-No fue muy rápido todo, Príncipe?
Andrés descubrió un poco el rostro de Guillermo para buscar sus ojos y mirarle fijamente.
-Ay Memito, como te explico, yo me habría casado contigo desde el primer día que te ví-Andrés habló con seriedad.-pero si no estas listo te esperaría toda la vida.
Guillermo se incorporó, quedando sentado junto a Andrés, se acercó lentamente y unió sus labios a los agenos, desatando un beso lento pero apasionado, una de las manos de Andrés se posicionó en su rostro, tomándolo delicadamente, poco a poco el beso se hacía más intenso, sus manos casi reaccionando por si solas se aferraban a sus cuerpos, buscando explorar más allá, pero nunca pasaban de cierto límite.
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Niño. [C.Acevedo X H.Lozano] [C.Acevedo X Alexis.V]
Fanfic⚠Atención⚠ Este es un intento de fanfic, muy corto por cierto, si no les gusta esta bien pero no me digan cosas feas porque me agüito :c Gracias por su atención ♡ "Una noche de copas hacia repetir el séptimo desliz de Hirving, Carlos embarazado no a...