07: Paralelos

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El día anterior, luego de la repentina oferta de Youngmin, Keith había sido testigo de un ensayo en la PRIXZ, donde terminó de conocer a la fraternidad completa y la organización de esta. Los puestos de vocalistas eran de Donghyun y Hwanwoong, mientras que los raperos principales eran T.A.G y Jangjun, y Youngmin ocupaba el puesto de rapero secundario y coreógrafo (además de tomar el rol de líder durante los ensayos).

Sin embargo, sus posiciones funcionaban tan solo para dirigir eficientemente las distribuciones en escena, pues no existían etiquetas fijas o una jerarquía que tuviesen que seguir. Ninguno sentía -ni quería- ser superior a otro.  Así, el ensayo se resumió en risas y movimientos frescos.

Y ahora, de camino a la casa Aurum, Keith se preguntaba qué tanta diferencia existiría entre las prácticas de ambas fraternidades que, de primeras, parecían ser extremos opuestos; mientras que los PRIX mantenían una cercanía relevante con el público, los Aurums capturaban la atención a su manera.

Al contario del día anterior, esta vez había llegado mucho más tarde, por lo que ingresó a la sala principal justo cuando los nueve chicos daban por finalizado su ensayo. Jung Hoseok fue el primero en salir, y le dio una descarada mirada de arriba abajo antes de irse con una sonrisa. Jungkook y Yoongi fueron los siguientes en salir, seguidos de Kim Taehyung, con una toalla alrededor del cuello. En cuanto este último la notó, sonrió confiado y se acercó.

Disfrutando la atención, el chico tomó el final de su remera y la quitó, secando con ella todo rastro de esfuerzo físico. Keith guardó silencio ante la inesperada exhibición y mordió su labio, recorriendo con la mirada su trabajado cuerpo. Taehyung no detuvo su paso hasta estar verdaderamente cerca y la acorraló contra la pared, dejando su antebrazo a un costado de su cabeza.

—¿Qué haces aquí, linda? —preguntó mientras rodeaba su cadera con posesividad— ¿Me extrañaste?

El chico ladeó su cabeza y alzó una ceja. Keith no podía negar que Taehyung sabía perfectamente cómo provocarle. Pero ella no estaba ahí por él.

Sin delatar sus verdaderas intenciones, rodeó el cuello del chico y entrelazó los dedos tras su nuca. Luego le regaló una mirada coqueta.

—¿Por qué no lo descubres?

Entonces, justo en el momento en que Kim Taehyung bajaba a devorar los labios de Keith, Park Jimin dejó la sala de ensayo.

A pesar de que solía mostrar poco interés en general, al recién llegado le fue imposible ignorar la espalda desnuda de su compañero. Tampoco tardó en notar las manos acariciando su cuello y espalda con lentitud.

—¿Jimin? —M.B apareció tras él— ¿Todo... en orden?

En efecto, todos los chicos de la fraternidad sabían cómo lidiar con escenas como esa, no era algo nuevo para ninguno. Por eso fue tan extraño para M.B salir de la sala de ensayo y encontrar a Park inmóvil frente a los involucrados.

—Sí —reaccionó apartando la mirada antes de dejar el lugar.

Jimin subió a la segunda planta sin decir más y fue hasta la puerta al final del pasillo. Una vez estuvo en la habitación, se recostó en la cama.

M.B vio al chico irse y soltó un suspiro. Los ensayos solían ser agotadores, pero las horas se habían vuelto extenuantes. Aunque Rocky creaba gran parte de la coreografía, él quedaba a cargo de los pasos más detallados. Coordinar todo resultaba un desafío... aquello le divertía. Era a lo único que le dedicaba además de las clases; aunque con todo el revuelo de los et Beat, aquello quedaba en segundo plano durante la temporada.

En cuanto ingresó en su habitación se encontró con Park Jimin descansando en su cama. Eran pocas las ocasiones en las que recibía una visita por su parte, así que no dijo palabra alguna y solo tomó asiento en su silla de escritorio. Esperó unos segundos a que el contrario reaccionara a su presencia, pero solo se mantuvo con la vista fija en el techo.

—¿Todo bien? Quieres ir a la cafetería o algo? —preguntó. Sabía que algo estaba sucediendo dentro de su cabeza, pero si quería descubrirlo, debía caminar con cuidado.

—¿Siguen besándose allá abajo? —preguntó de regreso, algo irritado.

En la primera planta, el beso había aumentado su intensidad, y ahora Keith estaba recostada en el sillón, con Taehyung encima suyo. Sus grandes y cálidas manos acariciaban a gusto propio su cuerpo mientras ella besaba su cuello en busca de más.

—Podemos rodearlos —sugirió M.B, analizando la molestia en la voz ajena.

Jimin guardó silencio. Sus ojos permanecían inmóviles en el techo y su incomprensión a su propio sentir solo lo irritaba más.

Suspiros de deseo dejaban los labios de Keith sin su consentimiento. Kim Taehyung sabía lo que hacía, tenía el control. Conocía dónde y cuándo tocar. Antes de poder notarlo, sus manos estaban dentro de su pantalón, tal como había sucedido con anterioridad. El roce de sus pieles elevaba la temperatura de sus cuerpos. Ambos lo querían, lo estaban deseando. Se necesitaban.

Jimin bajó las escaleras con M.B tras él. De alguna manera se las había arreglado para convencerlo de ir por algo de aire fresco. Al llegar a la primera planta, se volteó hacia la pareja junto a tiempo para presenciar como un gemido dejaba los labios de Keith. Antes de que su amigo pudiese detenerse también a ver la escena, Park continuó caminando y dejó la casa.

LONE WOLF «Park Jimin»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora