27: Revelación final

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Tres días habían pasado desde la fatídica noche en la que Park Jimin supo lo que sentía. Demasiado tarde. Las manos de Keith y Kihyun entrelazadas fueron todo lo que necesitó para desconectarse de su realidad fraternal. Su cuerpo se movió gracias a la memoria muscular, mas los tiempos de sus pasos fueron erróneos la mayoría del tiempo. La sonrisa burlesca de Kihyun acaparó su mente y la frustración inundó su temperamento.

Los Exploziv habían ganado la competencia, dejándolos en segundo lugar y alcanzándolos en puntaje, por lo que los ocho chicos supieron de inmediato que los gritos molestos de Jung Hoseok estaban asegurados al regresar a la casa fraternal. Solo a los coreógrafos les importó. Park Jimin, quien tenía la culpa de la descoordinación de esa noche no dijo palabra alguna; M.B lo defendió argumentando la falta que les hizo el ensayo que no tuvieron entre todos. Sin embargo, al chico no le importaba. Podrían haberlo sacado de la fraternidad en ese momento y no se hubiese enterado; había terminado de desconectarse de la realidad horas atrás.

Cuando Kihyun apareció fuera de la casa Aurum aguardando por él, traía consigo información sobre M.B y el poco sentido que tenía su estadía en el campus debido a su estabilidad psicológica. Del coraje que le causó, ni siquiera le dejó terminar de hablar antes de estrellar su puño contra su cara. Odiaba la sonrisa con la que hablaba, como si todo estuviese dispuesto por y para él. Lo enfermaba. No permitiría que el nombre de M.B dejase sus labios con tanto descuido.

En ese momento estuvo listo para pelear si llegaba a ser necesario, pero Kihyun tan solo se fue. Claramente había decidido devolverle el golpe de otra forma.

Y aunque intentaba aparentarlo la mayoría del tiempo, para Keith tampoco se trataba de un panorama mejor. El chico había tomado partido desde el primer momento y no tardó en pedirle que compartieran horario de almuerzo, por lo que todo el campus podía apreciar a la nueva pareja en la cafetería.

Jae Min había sido la única a la que pudo explicarle lo que sucedía. De Jimin no volvió a saber. Después de la última presentación, ningún Aurum fue visto fuera de su casa fraternal... hasta esa noche. La bandera de los et Beat había aparecido en la cancha central durante la mañana, informando que la ansiada final de la competencia había llegado.

—¿Qué sentido tiene? De seguro cree que estoy con Kihyun porque quiero —bufó Keith mientras se dejaba caer en la cama de su amiga.

—¿Has intentado hablarle?

—Es un necio —gruñó—. No me quiso escuchar cuando le quise decir lo que sentía la primera vez, ni la segunda, dudo que pueda llegar a él ahora. Ni siquiera volvió a verme después de aparecer con Kihyun entre el público.

Jae Min torció sus labios y se acomodó al otro extremo de la cama, cruzando las piernas para descansar sus antebrazos sobre las rodillas.

—Eso puede ser un problema... —murmuró, recibiendo otro bufido de su amiga— ¿Dónde está Kihyun, a todo esto? Últimamente han estado de arriba abajo juntos.

—Dijo que tenía una reunión después de almuerzo. Con algo de suerte vuelve a estar lleno de papeleo y no aparece hasta mañana.

La chica soltó una risita inevitablemente ante el comentario y suspiró:

—Eso quiere decir que podemos ir a la gran final esta noche.

—¿Por qué querría hacer eso? —Keith levantó su rostro— ¿No has escuchado nada de lo que...?

—Claro que sí —Jae Min puso sus ojos en blanco—. Por eso mismo; sin Kihyun cerca es tu momento para buscar la forma de acercarte a Jimin. ¡Y no-...! —se apresuró— No quiero escuchar ninguna excusa sobre lo terco que es o lo difícil que será. Cuando conocí a Keith Pringstone la escuché decir que no le importaba quién fuera Park Jimin, haría que la escuchara. Quiero a esa chica de regreso, aunque sea solo por esta noche.

LONE WOLF «Park Jimin»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora