21: Pasado

160 15 0
                                    

—¿De qué hablas? No... No entiendo.

Cuando sus pupilas se conectaron, pudo ver la sinceridad en ellas, aunque también notó la melancolía que las inundaba. M.B se aseguró de apartarlos un poco de la multitud.

—Cuando Jimin era pequeño... —dudó unos segundos— Tenía cinco años cuando su padre se fue de la casa.

»Su madre se vio obligada a realizar trabajos domésticos para poder dedicarle tiempo completo a su hijo. Así se encargó de que el brillo en los ojos del pequeño Park no dejara de existir, incluso luego de la terrible respuesta que debía dar cada noche cuando Jimin le preguntaba cuándo llegaría su padre. Al inicio mintió, protegiéndolo tanto como pudo del dolor, sin embargo, luego de un año no pudo seguir evitándolo. Al chico le tomó años aceptar la verdad y desechar sus esperanzas. Para cuando cumplió diez, había pasado cinco años de su vida al lado de su madre, defendiéndola de la oscuridad tanto como ella hizo con él.

Sin embargo, el tiempo pasó y la mujer volvió a enamorarse. Encontró pareja. Finalmente pudo volver a sentir el cariño que no tuvo por siete años. Aquello la cegó. No dudó un solo segundo en irse con el hombre en cuanto este le propuso matrimonio, junto con una mejor vida. Para la poca fortuna del niño, el sujeto ya tenía cuatro hijos con los que debía vivir y a los que mantener, por lo que no quiso uno más; mucho menos si no era suyo.

Ese día Jimin fue abandonado por segunda vez, ahora por su madre. La mujer hizo sus bolsos y se despidió de él con total cotidianidad, aunque nunca regresó. El chico quedó por su cuenta con tan solo doce años.

Luego de habérselas ingeniado para sobrevivir una semana, Jimin salió a la búsqueda de comida y, con algo de suerte, un poco de dinero. M.B lo halló pocos días después, cuando se desmayó en mitad de un cruce peatonal. El chico no dudó en pedirle a su madre que lo ayudaran.

Fue así como Park Jimin fue adoptado por los Kong. Así, M.B y él pasaron a ser como hermanos, creciendo bajo el mismo techo y compartiendo habitación.

—Pasaron tres meses antes de que Jimin dijera algo —murmuró M.B—. Los doctores dijeron que era normal debido al trauma; la desconfianza y el sobre análisis era un mecanismo de defensa —hizo una pausa—. Yo perdí a mi padre cuante tenía diez por un accidente de auto. Cuando Jimin se enteró, comenzó a abrirse un poco más conmigo.

Después de un año, asistió al mismo instituto que M.B. Luego de un tiempo, parecía ser otra persona; el cuidado y cariño de los Kong le habían devuelto la vida.

Sin embargo, cuando tenían quince años Jimin tuvo su primera novia.

El primer mes fue un cuento de hadas. Nunca se había enamorado y jamás creyó que pudiese sentir algo tan profundo. Por primera vez, M.B vio al chico en las nubes, días y noches enteras.

—Pero solo fue momentáneo —añadió—. Luego de ese mes las cosas cambiaron. Ella no parecía la misma con él... como si su amor se hubiese terminado. O quizás nunca fue amor.

Keith estaba aún procesándolo todo como para agregar o preguntar lo que fuese.

—Aún así duraron seis meses.

»Durante medio año Jimin fue usado. Usado, herido e, incluso, odiado. Él, cegado completamente, no sabía qué ocurría, pero estaba convencido de que el error era suyo y podía solucionarlo fuese como fuese. Ignorante del amor verdadero, iluso ante engaños, inepto con la vida, Park Jimin cambió por completo el día en que su relación acabó. Todo perdió el color y brillo que había recuperado. La chica se llevó consigo todas las ilusiones y esperanzas insertas en él.

M.B se le acercó en cuanto supo la noticia para darle apoyo y presencia. No quería verlo triste, no soportaba la idea de verle mal de nuevo. Pero era muy tarde; el cambio fue instantáneo. Park Jimin estaba roto; algo se había despedazado en lo más profundo de su ser.

No lloró. No dejó que una sola lágrima dejase su interior. Ya había llorado suficiente en su pasado y no lo volvería a hacer. Sin embargo, decidió continuar solo y serio; no dejaría que lo lastimaran una vez más.

Así que se convirtió en un oportunista solitario e indiferente.

Años después acabó en el campus junto a M.B, el ángel guardián que había conseguido de hermano.

LONE WOLF «Park Jimin»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora