𝐎𝐧𝐞 𝐒𝐡𝐨𝐭𝐬 𝐒𝐥𝐲𝐭𝐡𝐞𝐫𝐢𝐧 𝐁𝐨𝐲𝐬

Primera cita (Tom's Version).

Me subí al asiento de copiloto. — Buenas noches. -Dije sonriendo a Tom, este ya estaba maniobrando para salir hacía el mundo muggle. — Buenas noches, ___. -Dijo mirándome por unos segundos, de arriba a abajo.

— Te has puesto el vestido que te regale. -Dijo el chico. — Sí, ¿Me queda bien? -Dije sonriendo. — Mejor que a otras. -Dijo el chico. Jamás admitiría eso que voy linda, no directamente. — ¿A dónde vamos? Me dijiste que no cenará, tengo hambre. -Dije. — Vamos a cenar. -Dijo el chico.

— ¿Y dónde cenaremos? -Dije mirando la carretera. — En un restaurante. -Dijo el chico. — Viniendo de ti supondría que no me llevarías a un McDonald's. -Dije. El chico me miro por un segundo para luego mirar la carretera. — ¿Has reservado? -Dije. — Sí, no te preocupes por eso. -Dijo el chico.

Tras unos minutos en la carretera llegamos a un restaurante, este estaba en la punta de la torre más alta de la ciudad. 

— ¿De verás vamos a cenar ahí, Tom? -Dije ilusionada mientras le miraba sonriente. El chico sonreía a su manera mientras me miraba. — Pero, la mesa te ha tenido que costar un pastizal, déjame pagarte la mitad. -Dije mientras este se ponía a mi lado para empezar a caminar. 

— Por muy mal que me caigas, dejarte ayudarme con la cuenta no sería digno de un caballero. -Dijo el chico mientras caminaba hacía la puerta del ascensor. — No te mientas a ti mismo, a alguien que te cae mal jamás le darías ni la hora. -Dije sonriéndole mientras entrábamos al ascensor. — Pues fíjate si estas equivocada, te estoy invitando. -Dijo el chico. Yo sonreí.

Era obvio que no le caía mal. El chico apenas nos conocíamos siempre me mandaba a callar cuando hablaba, o me decía; ¿Crees qué me importa tu vida?
Pero ahora le gusta escucharme, o al menos no me manda a callar, me compra cosas, y siempre que me ve feliz sonríe a su manera. 

Cuando las puertas del ascensor se abrieron dieron la vista al restaurante con grandes ventanales, pero, había algo curioso, no había nadie, solo el personal del restaurante.

— Señor y Señora Riddle, bienvenidos. -Dijo el chico de seguridad permitiéndonos el paso. 

— ¿Y la gente, Tom? -Dije mirándole mientras caminábamos a una mesa al lado de un gran ventanal, el cual dejaba una gran vista a la ciudad iluminada. — Reservé todas las mesas. -Dijo el chico como si nada mientras se sentaba. Me senté enfrente suya mientras le miraba enfadada. — ¡¿Estas loco?! -Dije no muy alto. 

El chico sonrió a su manera mientras me miraba. — Sabes que el dinero no es un problema para mi, que tu estés acostumbrada a gastar lo mínimo no es mi problema, y mientras estés conmigo puedes quitarte esa idea de la cabeza. -Dijo el chico. — ¿Mientras este contigo? -Dije mirándole graciosa. — Cállate, me refiero mientras seamos amigos. -Dijo el chico cambiando la expresión de su cara.

— ¿Por eso el portero ha dicho "Señor y Señora Riddle", no? -Dije sonriendo mientras le miraba. — ¡Te cacé! -Dije graciosa. — Bobadas, simplemente reservé al nombre de Tom Riddle, y dije que traería a una invitada, jamás especifique qué éramos. — Ajá. -Dije mirando por el cristal.

Me encantaban las vistas, creo que Tom acertó con este sitio. — Esto... Es precioso Tom, de verás. -Dije mirándole con una sonrisa. El chico me miró a los ojos mientras sonreía a su manera. 

TOM'S POV:

Me desagradan muchas cosas, pero ver a ___ sonreír no era una de ellas. Me gusta hacerla feliz, me gusta ser YO el causante de su sonrisa, y estoy dispuesto a arruinarme solo por verla sonreír. 

La mesera que yo había encargado llegó, y es que yo pedí que nos atendiera una mujer, ___ es muy agradable con los camareros y paso de que este sonriendo a un hombre cualquiera. 

— Buenas noches Señores Riddle, ¿Qué les gustaría tomar? -Dijo la chica, ___ sonrío al escuchar como nos había llamado, yo solo miraba su sonrisa mientras que ___ miraba a la camarera. 

— Pues... A mi ponme agua. -Dijo la chica. — ¿Agua? Enserio ___, pídete la botella que quieras, yo pagaré por ella. -Dije mirándola serio. De verdad, esta chica me pone de los nervios. 

— Pues... ¿Hay vino? -Dijo ___ mirando a la chica. — ¡Claro! ¿Gustaría beber vino? -Dijo la camarera. — Sí, por favor, es muy amable. -Dijo ___ sonriendo a la chica mientras agachaba la cabeza en forma de reverencia, yo rodé los ojos. Por algo no quiero que nos atienda un hombre, ¿Ver a ___ agachando la cabeza ante otro hombre? Definitivamente no.

— Yo quiero Ballantine's. -Dije. — ¡Claro! -Dijo la mesera retirándose. — ¿Por qué te reverencias ante ella? -Pregunté mirando a la chica. — Es educación, Tom. -Dijo mientras sonreía. Yo rodé los ojos. — Gracias por traerme aquí, Tom, y gracias también por el vestido. -Dijo la chica mientras me sonreía. Yo sonreí sin decir nada, no podía admitir que todo esto lo hacía por verla sonreír.

La camarera llegó. — Ballantine's para el señor, y vino para la señora, en unos minutos vendré a tomarles nota, pareja Riddle. -Dijo la chica mientras nos daba la carta para después retirarse. 

— Pareja Riddle... -Reí brevemente mientras que ___ se sonrojaba. — No suena del todo mal. -Dijo la chica, yo le miré levantando las cejas. — ¿Ya te ha dado efecto el vino? -Dije mirándole, sin quitarle el ojo de encima. Ella rió mirando a otro lado. 

La cena transcurrió tranquilamente, miré mi reloj viendo la hora, 23:29, justo a tiempo. — Ven, ___. -Dije dándole la mano a la chica para que se levantará y me acompañara a el ventanal más grande, esta me siguió. 

— Escogí este sitio por qué a parte de saber que te gustaría la vista, por esto mismo. -Dije mirando por el cristal, la chica hizo lo mismo algo extrañada. Tras unos segundos unos fuegos artificiales aparecieron ante nuestros ojos. La chica los miraba de manera ilusionada, como si fuese una niña. 

— Sabes, antes tenías razón, los señores Riddle no suenan tan mal. -Dije mirándola cruzada de brazos. — ¿A caso el señor Riddle se está declarando? -Dijo la chica mirándome también. — Sí. -Dije directo, no me gusta andar con rodeos. La chica sonrió mirándome. Yo rodé los ojos. — Entonces, ¿Quieres salir conmigo, ___? -Dije mirándola, no me gustaba rogar, pero, esto es una ocasión especial. 

La chica se tiró a abrazarme mientras una lágrima corría por su rostro. — ¿Estás llorando? -Dije riendo mientras le abrazaba. La chica no hablaba, simplemente se quedo abrazada a mi. Después de unos segundos acariciando su pelo la chica me miro con lágrimas en su rostro. — Sí, si quiero Tom. -Dijo la chica. Yo sonreí orgulloso mientras ponía bien su pelo. — Te quiero Tom. — Ya lo sé... -Dije mirándola. — Yo también ___. -Dije después.

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