GenderSwitchs Vol. 5 (Español)

Capítulo 6: Planes achocolatados

Febrero. Ese mes del año, donde el frío envuelve el ambiente por toda la temporada, y en donde las historias de romance más puras e impuras surgen. Esa época del año donde todos se preparan y esperan con ansias recibir algo de la persona que les interesa, o también, de alguien cercano que los haga sentirse queridos.

Sí, me refiero a esa época del año. San Valentín.

Había pasado casi dos meses desde que el año había comenzado. Unos días después de que acabase el año, volvimos a la escuela sin muchos problemas, y los días siguieron pasando como lo hacían todo el tiempo.

Sin embargo, ahora que San Valentín se acercaba, no solo yo, Asahina Mayomi, autoproclamada fan número uno del San Valentín, sino muchas personas más se preparaban para celebrar dicha fecha, donde les darían chocolates a las personas que les gustan.

Yo no siendo la excepción, empecé a planear cómo preparar chocolates para Hotarou, la persona que me gusta, y de quién estoy perdidamente enamorada. Pero al mismo tiempo, en medio del proceso de planeación, algunas dudas surgieron.

¿Realmente seré capaz de preparar chocolates caseros para él? Es más, ¿él siquiera los aceptará?

Pensaba mientras terminaba de peinarme, para así irme a la escuela.

Saliendo de mi habitación, algo apurada por querer salir rápido de mi casa, escuché un grito provenir del otro lado de la casa; era de mi hermanastro menor:

"¡Hermana, ¿ya te vas?!"

"¡Sí, ¿Qué quieres ahora?!" Respondí algo malhumorada, pues él había interrumpido mis pensamientos.

"Ya que estás, ¿por qué no vas a comprarme algo de tomar? La tienda queda justo a la vuelta de la esquina." Me dijo en un tono algo despreocupado y jocoso, mientras éste estaba terminando de vestirse para irse a su escuela secundaria.

"¿Ah? ¡Ve y cómpralo tú, no tengo tiempo!"

"¡No seas tan egoísta con tu hermano, Mayo!" Gritó mi madrastra, quien estaba pasando por allí mientras llevaba la ropa hacia afuera.

"Pero bueno, ¿entonces tengo que ir y comprarle su bebida al mocoso este?"

"Tu hermano no es ningún mocoso, Mayo. Deberías dejar de ser tan consentida, aunque sea un poco."

No puedo creer que en serio acaba de decir eso... Otra vez.

Pensé mientras suspiraba del enojo, y entre dientes, acepté.

"Uhg, bien, iré. A ver, ¿Qué quieres?"

"Chocolate."

"¿Ah?"

"Me refiero a la bebida. Chocolate líquido, ¿entiendes?" Decía mi hermanastro, quien me hacía señas con las manos, casi como si estuviese burlándose de mí.

"... Vale." Dije, y salí de casa lo más rápido que pude.

Se estarán preguntando, ¿Qué acaba de pasar? Pues, esto es un día normal en mi vida actual.

Hace un par de años, unos 6 años quizá, mi madre había fallecido por culpa de una enfermedad que había estado padeciendo en secreto, y de la cual no le había contado a nadie hasta el día en el que murió.

Mi padre, quien hasta entonces era quien nos mantenía, estaba devastado por su fallecimiento, al igual que yo, que me encontraba muy triste y confundida por su pérdida. Sin embargo, hasta hace unos cuatro años, después de haber tratado de superar sus penas y la muerte de mi madre, se enamoró de alguien más, y se casó con ella. Era una mujer de cabello negro, con una piel bastante pálida, y con unos ojos tan oscuros como la oscuridad, pero en los cuales brillaban las luces a su alrededor.