El diario de Cya.
Un laberinto de emociones Pág. 13
Las separaciones son fuertes, lo viví en el divorcio de mis padres– ¡También es mi hija, Elisa! –gritó una vez mi padre
– ¡Hija que nunca le has dado lo suficiente! –devolvió mi madre.
Los dos estaban en la sala, yo me escondía en la cocina
Pero aún así se escuchaban todos sus gritos...
– No puedes quitarme el derecho de verla
– Según recuerdo tú eres el que no viene a visitarla, Charles
– ¡Tú te fuiste de casa!
– ¡Porque tu mamá me trataba mal!
– Ya cállense por favor... –supliqué en un susurro tapándome los oidos.
Las lágrimas silenciosas nublaban la vista de mis ojos, los mismos me ardían mucho.
Y mi corazón... Sólo puedo decir que el vacío se sentía muy grande
Cuando la puerta se cerraba con fuerza, sabía que papá se había ido. Y que debía dejar de llorar
Porque cuando no lo hacía...
– ¡Cahya, ven aquí!
Tragué saliva, limpiando me los resto de agua salada de los ojos
Pero mi cara seguía roja, ella lo sabía
– Ya deja de llorar –se quejó al verme.
El problema era que yo no podía controlar las lágrimas
Y eso a ella le molestaba
– Ah, ¿No vas a hacer caso? –no contesté, no podía.
Fue ahí cuando buscó el cinturón
Y llegaron los golpes...
...
Tercer día en el hospital
Él no ha venido
¿Tan poco le importo?
Suelto un suspiro, ya no importa
– ¿Qué pasa Cahya? –me pregunta Mara, volteo a su dirección, está jugando con una muñeca de trapo
Sonrío ligeramente ante la vista, esta pequeña es demasiado tierna
– ¿Y bien? –ladea la cabeza, suspiro de nuevo
– Sólo he notado que no ha venido alguien
– ¿Tu novio?
– ¿Q-qué? No –contesto sintiendo el rostro acalorado
– ¿Y por qué estás roja? –pregunta con inocencia, trago saliva
– Yo...
– Uff... ¡Qué calor hace aquí! –dramatiza Edén abanicandose el rostro. Me sorprende su actitud. Mayormente es muy callado. Él le sonríe a la pequeña Mara teniendo un vacito en sus manos– Te traje un helado
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Familia de Estrellas
Storie brevi"¡Mira mi sonrisa! Mira mi sonrisa Mira mi sonrisa... Y cuando notes que está rota, abrázame"