7. 𝐼𝑛𝑣𝑎𝑠𝑖ó𝑛 𝑚𝑒𝑛𝑡𝑎𝑙

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Mioda no pudo dormir en toda la noche con el rollo que Nanami le había preguntado junto a sus dos amigos en mente, de hecho no se lo sacó de la cabeza desde que se lo dijeron

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Mioda no pudo dormir en toda la noche con el rollo que Nanami le había preguntado junto a sus dos amigos en mente, de hecho no se lo sacó de la cabeza desde que se lo dijeron. Fue algo que no pudo negar. La consecuencia era que en ese momento debía de alistarse para la escuela completamente desvelada, por suerte sus energías nunca le fallaban.

Koizumi pasó por la música a su casa ese día antes de entrar a clases, con la idea en mente sobre que había algo realmente importante lo cual ambas tenían que hablar, aquello también involucraba a Hinata y Nanami. Resultaba que los tres habían estado haciendo conspiraciones en clase sobre quién podría gustarle a Mioda, dado que cuando se le hacía esa pregunta solo sonreía y miraba a otro lado como idiota, pero la conspiración llegó a su fin al no ser muy difícil de adivinar y cuando llegaron a una conclusión.

En realidad ninguno tenía malas intenciones al haberle preguntado a Mioda si la enfermera era aquella de la cual estaba enamorada, más bien trataban de ayudarla, ayudarla porque sabían bien que Tsumiki era una persona muy tímida y con demasiados traumas cuyas actitudes y pensamientos no siempre iban a concuerdar con los de una persona tan enérgica y extrovertida como Mioda.

-¡Ahh, ¿en verdad soy tan obvia?! -se quejó caminando al lado de Koizumi, haciéndola reír.

-¿Para qué mentirte? ¡Hay que prestar más atención a lo que haces! Siempre parece como si quisieras estar tan cerca suyo como sea posible, ni hablar de que muchas veces cuando no prestas atención a clases estás mirando hacia el lado donde Tsumiki se sienta -Al escuchar ese nombre Mioda gritó un fuerte shh para que no mencionara ese nombre en voz alta, era muy obvia pero tampoco quería ser directa cuando alguien podía estar escuchando- ¡Oh, cierto, perdón! -soltó una risita.

-Bueno... si los tres se dieron cuenta de los sentimientos de Ibuki entonces no puede hacer nada. -lamentó.

-Quizás podríamos ayudarte ¿no? -su cabeza subió al oír esa pregunta, sin dudar ni un momento en aceptar.

-¡Claro! Ibuki hace lo que pude con todo esto del amor, pero no tiene mucha experiencia ¡apreciaría tanto su ayuda!

-Si hay algo que puedo aconsejarte es que aproveches la situación en la que estás -Mioda ladeó la cabeza sin comprender-, digo, mírate, tienes un brazo roto y la que te gusta es una enfermera, ¿qué más puedes pedir? ¡Mioda!

Mioda siguió escuchando sus consejos atentamente, era de las pocas cosas a las que les prestaba atención pero era solo porque no los podía dejar pasar, no algo como eso. Tenía razón, de alguna manera necesitaba pedirle a Tsumiki una terapia todos los días solo como una excusa para estar cerca suyo, su mundo se realentizaba cuando estaba cerca de ella, lo anhelaba

-Un momento, Koizumi-chan ¿tú ya has tenido alguna experiencia con esto? -La pelirroja se ruborizó oyendo tal pregunta, quedándose en silencio durante un momento cuando caminaban hacia su salón.

𝑀𝑦 𝐵𝑒𝑙𝑜𝑣𝑒𝑑 彡 𝑇𝑠𝑢𝑀𝑖𝑜𝑑𝑎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora