Siete

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Siete

Naruto bajo la velocidad al ver una persona que estaba encorbada, caminando lentamente por el costado de la carretera. Por suerte, la persona estaba de su lado del auto y bajo el cristal cuando estaba cerca de él.

—¿Disculpe?— lo llamó mientras mantenía a la camioneta con la velocidad más baja que podía.

Era un hombre, un anciano con bastón y Naruto frenó el auto cuando pudo ver su rostro.

—¿Se encuentran bien, señor?— preguntó cuando la preocupación creció en su interior.

Naruto dejó a sus ojos vagar por el rostro arrugado y pálido, viendo manchas ya por la edad, parecía estar bien físicamente, pero vió algo en sus ojos que lo preocupo. El hombre mayor se detuvo de su caminata, también mirándolo, en un principio pareció algo perdido y Naruto temía exactamente eso.

No hubo respuesta, por consiguiente, Naruto abrió la puerta de su camioneta y bajo para acercarse al anciano. ¿Tal vez no lo había oído? Kurama gimoteo dentro de la camioneta, como quejándose de que lo dejara adentro de nuevo.

— Hola señor— le saludo cuando estuvo frente al anciano, con toda la atención de este último sobre él —. ¿Se encuentra bien? ¿Está perdido?

Naruto frunció el ceño al ver los ojos pequeños del anciano, le parecieron conocidos, pero no pudo decir de dónde. Él hombre sólo lo observaba, y luego miró el cielo, pero aún sin respuesta.

—¿Sabe su nombre, abuelo?— preguntó cada vez más preocupado.

Naruto levantó la mirada para ver por dónde él había llegado, el pueblo estaba bastante lejos a pie. No entendía de dónde había salido ese hombre.

— Sam..

Naruto bajo la mirada al escuchar la voz baja y suave del anciano, le frunció el ceño suavemente porque el viejo parecía aún perdido.

—¿Su nombre es Sam?— le pregunto, articulando cada palabra. El anciano sonrió y asintió—. ¿Está dirigiéndose a algún lugar, Sam? ¿Desea que lo lleve a alguna dirección?— preguntó cuando tomó uno de sus brazos, el que sostenía su bastón.

El viejo no parecía una hoja de papel, Naruto le dio una mirada. Tenía su espalda curva, con los hombros hacia adelante, como si llevará algo muy pesado en ellos. Pero el hombre no era delgado, aunque su rostro daba una sensación de debilidad, Naruto no sintió nada débil cuando apretó sus dedos en el brazo.

— Sólo tengo que ir a la próxima cruzada—, le respondió señalando con un dedo hacia adelante del camino.

Naruto giro el cuerpo y dirigió su mirada al camino. Este seguía recto, y él tenía que girar el la próxima girada, para eso aún faltaban unos buenos veinte minutos en auto. Él bajó la mirada para ver al anciano con el ceño fruncido, eso estaba muy lejos para alguien como él.

— ¿Quiere que lo lleve? Yo debo ir hacia allí, pero doblare hacia la izquierda. ¿Hasta dónde va usted?

Él anciano le sonrió.

— Debo esperar a alguien allí.

Naruto lo siguió mirando ceñudo, pero Sam no cambio su expresión y lo observó casi con inocencia. Asintió hacia su camioneta.

—¿Por qué no sube, Sam? Le daré el aventón.

Naruto llevaba manejando casi los veinte minutos en silencio, cuando el anciano se giró hacia él y comenzó a observarlo. El rubio le dió una leve mirada, para volver a ver el camino.

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⏰ Última actualización: Sep 06, 2023 ⏰

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